1. La gordita lo mamaba riquísimo


    Fecha: 13/09/2023, Categorías: Hetero Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Samanta es una chica que conocí en un baile de caridad, tiene 27 años y está como dicen aquí “gordibuena” ella resulta que es secretaria de una empresa pro Polanco, me encantó su enorme trasero, ese tremendo par de tetas, ¡pero sobre todo lo fresca y zorra que salió!
    
    No me resulto muy difícil invitarla a salir, quedamos de vernos en un bar por la condesa, ella llego con una licra pegadísima que s ele marcaba la tanga y una blusa mostrando las tetas, dios al verla no pude evitar querer tocarla, ¡pero aun así me resistí un poco!
    
    S: ¡Que padre lugar!
    
    L: ¡Ojalá la pasemos bien!
    
    S: ¡Jajá a eso venimos Luisito, a eso venimos!
    
    Comenzamos a bailar y tomar, ella era un pozo sin fondo tomaba como si ya se fuera a extinguir la cerveza, yo la miraba un poco desconcertado, nunca una chica me había salido tan vivaracha pero aun así quería darle su dotación de pito.
    
    ¡La noche llego y el baile y los tragos ya estaban a todo lo que daba, estábamos bailando muy pegaditos, ella me perreaba riquísimo, sus duras nalgas masajeaban mi verga que poco a poco se despertaba para querer salir y penetrar a esa hembra, yo estaba hecho un pulpo y tocaba todo su cuerpo, sus pernotas sus tetas su trasero, todita la manoseaba!
    
    ¡Yo estaba excitadísimo solo quería montarla con fuerza, así que me lance a besarla salvajemente, nos mordíamos los labios, le apretaba las nalgas, ella me apretaba la verga de forma maravillosa!
    
    L: ¡Vámonos de aquí!
    
    S: ¿A dónde me vas a llevar?
    
    L: ¡Ya ...
    ... sabes, para que preguntas!
    
    S: Jajá, pero que no sea un hotel de mala muerte, ¡es más yo pongo la mitad!
    
    L: ¡Me parece justo, vámonos chiquita!
    
    ¡Salimos y nos metimos a un hotel de fachada lujosa, nos cobraron una cantidad considerable, pero yo ya quería cogerme a la gordita!
    
    ¡Al entrar a la habitación inmediatamente comenzamos a devorarnos como bestias, besos, mordidas y apretones, Samanta era una caliente y eso me ponía a mil! Al quitarle la ropa note un cuerpo con una piel perfecta, sin estrías ni varices, toda lisita y suave, su vagina depilada y cerradita, sus tetas firmes y grandes, mi amigo no pudo contener endurecerse solo con verla, ella también quedo impactada conmigo, me miro la verga y paso su lengua por sus labios diciendo “que rico eso que tienes ahí”, ¡luego se acercó para agacharse y empezar a mamármelo de forma majestuosa!
    
    La gordita lo mamaba riquísimo, su lengua lamia majestuosamente, me llevo a la cama donde me acostó para tragar mi verga con mucha fuerza, que rico lo hacía, era una experta, mordidas chupadas y lamidas, ¡le daba un excelente trabajo a mi verga!
    
    L: ¡Agh, que rico, dios mío!
    
    S: ¡Goza mi rey, la tienes riquísima!
    
    L: ¡Samanta que rico mamas!
    
    S: ¡Gracias, esa es mi especialidad! Pero sabes, ¡yo también quiero sentir lo mismo!
    
    Dicho eso se acomodó en un 69 dejándome su apretada vagina a mi disposición, comencé a zacear mi sed con sus fluidos, mi lengua entraba y salía con fuerza, le apretaba el clítoris y le lamia las ...
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