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El bufete del sexo
Fecha: 14/09/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tetona. - Mónica los hombres no nos acostumbramos nunca a unas tetas como esas. - Bueno, al menos no te sorprenderás tanto. - Eso si es verdad. Tienes unas tetas muy bonitas, lástima que tengas tanta marca del top del biquini. - Yo también lo pienso, pero no me animo a hacer toples. Llené las copas y luego la besé de nuevo en la boca. Ella me cogió la polla y comenzó a hacerme una paja suavemente bajo el agua. - Follas bien –me dijo-. - Tú también, eres muy sensual follando. - Me gusta mucho el sexo, creo que es la mejor característica del ser humano, follar para divertirse y obtener y dar placer, no sólo para mantener la especie. - Me estás calentando otra vez –le dije, por la paja que me estaba haciendo-. - Eso pretendo. - Eres muy traviesa. Mónica se movió y se puso a cuatro patas delante de mí. Estaba claro lo que quería. Me puse de rodillas detrás de ella con la polla entre los cachetes de su culo y cogiéndole las tetas. Ella movía su culo de un lado al otro y de arriba abajo masturbándome. - Tienes un pedazo de polvo. - Lo sé, lo mismo que sé que tengo que aprovechar los años que me quedan de estar así. Puse la polla a la entrada de su chocho y ella fue echándose hacia atrás hasta que la tuvo entera dentro. - No te muevas, deja que marque yo el ritmo. –Me dijo-. - Como quieras. - Acaríciame el clítoris. Así lo hice. Ella se movía despacio, pero con mucho recorrido casi hasta sacarse mi polla. Me daba mucho ...
... placer. Luego empezó a mover su culo en círculos. Su culo era una preciosidad, le di un cachete y luego otro. - Estoy muy caliente Mónica, no voy a tardar en correrme. - Yo tampoco. Cuando te vayas a correr apriétame el clítoris y mueve tu mano más rápido. –Esta es una de las cosas que me gustan de las mujeres maduras, que tienen claro lo que les da más placer-. Siguió moviendo su culo en todas direcciones, hasta que le dije: - ¡Mónica ya, me corro, no puedo más! Hice lo que ella me dijo y noté que ella también iba a correrse. - ¡Y yo, no la saques, siiii, aaaagggg, me corroooo, sigue, sigue! Nos quedamos unos minutos más en la bañera para terminar la botella de champán y luego nos secamos besándonos. Mónica se vistió y ya en la puerta de la suite me dijo: - Lo he pasado muy bien, ha sido una reunión muy productiva y por favor no le digas nada a nadie, incluyendo a Mari Carmen y a Antonia. - No te preocupes, sé ser discreto. Espero que se repita más veces. –La volví a besar y se fue-. Me quedé un rato en la cama, después me vestí, pagué el hotel, ella había pagado la botella de champán y me fui a coger el AVE de vuelta a Sevilla. ¡Joder, qué mujer la jefa de Mari Carmen! A la mañana siguiente le conté a Antonia lo que podía contarle de la reunión con Mónica. - Qué raro que sólo quieran tener interlocutores masculinos. –Me dijo Antonia-. - Pues sí, a mí también me extrañó mucho. - Si eso quieren, eso les daremos. No podemos perder este ...