1. Mi prima y yo


    Fecha: 01/07/2018, Categorías: Incesto Autor: sheliana, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Diego, tengo 17 años, mido 1.80, tengo buen cuerpo aunque no demasiado musculoso, me encanta hacer deporte, mi pelo es castaño, corto y con la parte superior peinada hacia arriba, mis ojos son de color grisáceo, me gusta vestir con camisas de cuello abierto, camisetas que me marquen los brazos y pectorales, vaqueros, zapatos informales, y suelo llevar bóxer.
    
    Vivo en Veracruz con mis padres y mi hermana pequeña de 13 años.
    
    Fuimos a pasar el fin de semana con mis tíos y mis primos mellizos de 8 años.
    
    Llegamos el viernes por la tarde, mis padres habían quedado con mis tíos en ir a cenar a casa de mis abuelos que vivían como a 80 km de allí.
    
    Mi prima Andrea y yo no queríamos ir, preferíamos quedarnos, pedirnos una pizza y ver una película.
    
    Nuestros padres cedieron y se llevaron a mi hermana y a mis primos con ellos, como mis abuelos vivían un poco lejos, se iban a quedar allí a dormir.
    
    Nos dejaron solos, nos pusimos el pijama, cenamos y vimos una película, a eso de las 1:30, mi prima me dijo que la acompañara a su habitación que quería enseñarme algo.
    
    Andrea había cumplido recientemente los 18, era sólo 3 meses mayor que yo. Estaba cada día más buena, delgada, 1.73, no tenía mucho pecho pero aun así era firme y sus tetas preciosas, morena con el pelo rizado por debajo de los hombros, y un culito prieto que daban ganas de morderlo.
    
    Ella llevaba puesto un top blanco y liso de tirantes muy finos, sujetador blanco, y unos pantaloncitos blancos ...
    ... de tejido muy fino a través de los cuales se transparentaba un poco un tanga de color rojo, en los pies llevaba unas zapatillas estilo bailarinas de color blanco con puntitos rojos.
    
    Yo me había puesto una camiseta negra fina de tirantes y un pantalón de deporte negro corto con rallas blancas a los lados e iba descalzo.
    
    La acompañé a su habitación, mientras subía por las escaleras, no podía evitar fijarme en los movimientos de su culito.
    
    Entramos en su habitación, en el centro había una cama de 1,20 con dos mesitas de noche a cada lado y cabecero de forja de color blanco, a la izquierda la ventana debajo, una mesa de escritorio, varias estanterías, posters de chicos famosos, y a la derecha, un armario empotrado amplio y al lado un cuarto de baño.
    
    Me dijo que me sentara en la cama, se metió en el baño y cerró la puerta.
    
    - ¿Qué me vas a enseñar? – pregunté
    
    - Ahora lo verás impaciente – tras decir eso abrió la puerta.
    
    Me quedé con la boca abierta, no daba crédito a lo que veían mis ojos, estaba completamente desnuda, salvo por el tanga rojo de encaje que aun llevaba puesto.
    
    - ¿Pero Andrea que haces? – pregunté bastante alucinado.
    
    - ¿No te gusta mi tanga?
    
    - No es eso – respondí tragando saliva – es que estás desnuda
    
    - ¿Y te gusta lo que ves?
    
    - Claro que me gusta, pero ¿por qué te has desnudado?
    
    - Verás, hace unos meses me eché un novio y es un tío muy popular en la universidad, tengo pensado acostarme con él, pero al no tener experiencia no ...
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