Mi esposa con el curita parte 5 - Relatos Eróticos

Mi esposa con el curita parte 5

... saliera mucho en su boca.

Él le dijo que realmente ella era un regalo que nunca olvidaría pues esos placeres él nunca los había pensado ni se le había ocurrido que una mujer pudiera trasmitirle eso entonces solamente le beso en la boca y la acariciaba los senos muy contento.

Ella entonces le dijo que si le gustaban sus tetas y él le dijo que le encantaban y ella le dijo que además le haría que se acostara y pusiera su verga en medio de sus tetas para que se lo pudiera acariciar con ellas sobándosela lo suficiente para que le dieran también muchas ganas y que a eso le llamaban una rusa y en esto le saldría la leche en medio de sus senos y que así irían haciendo cada día nuevas cosas para su placer.

Él cada día se mostraba más cariñoso con ella y más contento de poder estársela cogiendo aunque fuera delante de mí y fue tomándome confianza para platicarme de lo que sentía cuando la veía desnuda y que muchas veces le decía que caminara por algo ya que le parecía maravilloso el verla moviéndose así como se le veían todos los músculos de las piernas como a una gata y por lo mismo como le gustaba verla así principalmente verle las nalgas.

Es que realmente las nalgas de mi esposa son muy bellas pues las tiene muy redondas y paraditas por lo que parece que estuviera sentada y sobre todo al caminar se le ven preciosas no con mucho movimiento pues por tenerlas muy macizas son algo magnificas para vérselas lizas y sin estrías sobre todo si esta en bikini o desnuda.

Por ...

... eso al curita le encantaba verla así desnuda y caminando delante de él y así se lo pedía normalmente antes de acostarse bien con ella y cogérsela completa.

Ya podrán imaginarse que mi esposa cada día era más tranquila en su forma de comportarse con el cura y por lo mismo ya no le daba pena el que él le viera sus partes más íntimas preparadas para recibirlo.

Y menos desde que se fue acostumbrando a que la vieran en sus funciones quedar totalmente desnuda para ser vista.

A él le encantaba que ella se acostara con las piernas abiertas pues así le podía ver los labios menores muy lubricaditos para recibir dentro de si esa descarga de semen.

En esa forma también la fue conociendo totalmente pues así le hacía que subiera bien las piernas y así le veía sus nalgas y su culito el cual se le antojaba mucho siempre. Y claro está que le gustaba antes acariciarla y tomarla por todos lados así contemplando sus nalgas y preparando con mucho gusto una descarga ya que sentía era como una munición, que le dispararía en sus entrañas.

El además siempre pensaba en que podría embarazarla y eso lo excitaba mucho más por lo que le gustaba darle unas buenas nalgadas suavecitas pero que sintiera que ya estaba listo para poseerla y al fin decidía siempre venirse adentro de mi esposa por ese morbo de poder dejarla preñada y rápidamente se la metía por la panocha a mi esposa con la firme convicción de dejarla embarazada.

Así es como ella comenzó a llevar una vida doble ya que normalmente ...