1. Miradas: El comienzo de una historia


    Fecha: 01/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    Veía todas las tardes a aquella joven pareja en el parque. No tendrían más de dieciocho años y se veían muy enamorados. Siempre los observaba abrazados en algún banco y dándose besos. Damián pensaba que eran muy afortunados, especialmente el muchacho, por tener una novia tan bonita y cariñosa.
    
    Damián bajaba todas las tardes al parque. Le gustaba observar a la gente, los niños jugando, las madres detrás de ellos luchando por darles la merienda a sus pequeños, algunas parejas de jóvenes iniciándose en el bello acto de los primeros y besos y sensaciones. Las horas iban avanzando y esos muchachos siempre eran los últimos en irse. Damián desde la ventana de su casa podía observarlos. Era testigo mudo de los avances que daba esa relación. Primero eran solo besos y abrazos inocentes, después esos abrazos inocentes se convirtieron en abrazos profundos en los cuales los jóvenes descubrían la sensación de tener otro cuerpo pegado al suyo.
    
    Cierto día Damián pudo observar como el muchacho introducía sus manos por debajo de la camiseta de su novia y acariciaba sus pechos. Nervioso no podía apartar la vista de la cara de ella, sus ojos semicerrados y su boca entreabierta delataba que aquello le estaba gustando. Damián no pudo evitar excitarse imaginando como serían los pechos de aquella chica. Otra tarde los vio escondiéndose tras un árbol y desde su ventana pudo ser testigo de cómo aquella muchacha desabrochaba el pantalón de su novio y lo masturbaba. Ella miraba en todas ...
    ... direcciones con miedo de ser descubierta. Damián pensaba que la pobre no estaría disfrutando tranquilamente de aquella caricia que le daba a su chico.
    
    La visión de aquello le provocó una sensación de muchísimo morbo y curiosidad. Nunca había imaginado que a sus sesenta y ocho años, una muchacha que podría ser su nieta, le iba a producir esa sensación. Avergonzado, se masturbó al acostarse pensando en esa jovencita.
    
    Estuvo varios días pensando en aquella idea que le rondaba la cabeza. En cierto modo le avergonzaba hacerlo y temía que aquellos muchachos se sintieran ofendidos por su propuesta. Aquella tarde estaba decidido a dar el paso. Desde la ventana los vio sentados en el parque y decidió bajar. A medida que se iba acercando su nerviosismo fue en aumento. Estaba a escasos metros cuando la mirada de ella se dirigió a él.
    
    -Buenas tardes pareja, que tal estáis?
    
    -Bien… -los dos respondieron casi al instante mirándose uno al otro. Con la mirada se preguntaban qué quería ese señor.
    
    -Perdonar que os moleste un momento. Yo me llamo Damián y vivo ahí enfrente -señaló con su dedo la ventana de su casa- muchas veces os veo aquí y es muy hermoso ver como os queréis. Porque os queréis mucho verdad?
    
    -Sí, claro… -se miraron entre ellos sonriendo. Aquel señor parecía muy amable y su voz delataba que era buena persona.
    
    -Supongo que por vuestra edad aún vivís cada uno con vuestros padres, verdad? -ellos asintieron- es normal. Sé que es un fastidio no poder estar en un sitio más ...
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