1. SUCUMBIENDO AL PLACER 3


    Fecha: 29/09/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Madre INCESTUOSA, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... enamoran. Se que mis nalgas son llamativas, mis piernas gruesas, mi cintura sin vientre, mis amplias caderas , hacen que sea deseada por los hombres solteros y casados del pueblo.
    Más mi deseo por complacer a mi hijo, es superior a todo, no me gusta que termine haciendo se pajas o que pueda ir en busca de Rosy y mi vuelva se me inflama y se moja al imaginar lo que vendrá. 
    
    Cuando le dije, ¡Hoy te voy acompañar a ver esos animales de tu padre! Enseguida noté un cambio en mi hijo, se puso contento y yo le hice una mueca de complicidad. El también sabía que yo necesitaba de una buena monta, ya habían transcurrido 4 días y quería mi culiada. En pocas palabras, el extrañaba mi cuerpo y yo su enorme y grueso pitón. 
    Mi marido se fue al taller y nosotros a ver el ganado, mi hija quedó sola en casa viendo la TV.  Caminamos 20 minutos y llegamos a nuestro potrero, ahí hay una pequeña casa de madera donde se guarda todo o se ocupa para descansar. Entramos a la casita, bebimos agua y descansamos. Espero que sepas que no puedo venir aquí muy seguido,  no quiero cometer un error , le dije a Marco.  El dijo, gracias por venir esta vez, porque hoy iba hacerme la paja, pero has venido porque te compadeciste de tu hijo. Nos abrazamos y nos besamos, su juvenil lengua busco la mía y casi le arranco la de el. Nos mamamos la lengua por buen rato, ¡Te deseo madre! ¡Te deseo tanto! Nose si aguante los días que faltan a que el se vaya! Dijo mi hijo mientras tocaba mi culo con desesperación. Mi ...
    ... amplia falda holgada,  ocultaba lo que el tanto quería: Mi culo. Me lo alzó y encontró mis nalgas desnudas, mi marido no supo ni sabrá nunca que ese día salí de casa sin ropa interior, ni sabrá que en su ausencia también ando sin pataletas en casa.
    
    Deje de mamar su lengua y mientras mi mano desabrochaba su pantalón, me mordía mis labios y buscaba esa enorme erección  que ya había mojado la tela del pantalón. 
    Me quedé con la boca abierta y exclame: ¡ Estas tremendo Marco! ¡ Tienes una verga muy grande y linda! Las ganas de meterlo en mi boca me hizo pedirle se sentará a orilla de la mesa. Y se bajo los pantalones para acomodarse y quedar con la verga a buena altura para mamarle. 
    
    Ya no dije más palabras y solo abrí mi boca y trate de engullir como serpiente ese gran pedazo de carne. No podía ver su cara, solo me dedique a comerle la verga, me encanta su olor, su sabor...es verga de mi hijo y debo comerla bien. Escuchaba sus quejidos y me tomó de la nuca para dirigir el ritmo de la mamada, pero también me pidió un tratamiento para sus huevos, los cuales chupe con gusto, olvidándome de todo. Si a mi marido se le ocurriera llegar al potrero,  nos hubiera encontrado, me hubiera visto como le sacaba la leche a mi hijo Marco! Mi deseo aumentó y sentía como me escurrían líquidos de mi caliente y velludo concha. Quería comerme su verga completa pero no me era posible, porque me ahogada y toseaba y debía sacar un poco de mi boca. Mi concha y mi culo esperaban su turno, era 100% ...