Charo y Raquel, mis profesoras del instituto
Fecha: 01/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... me estaban diciendo que estaban deseando que los tocara.
Acerqué mí dedo, solo fue sentir el contacto y sentí que se ponían duros, muy duros, estaba rozando uno, solo lo rozaba, pero este reaccionaba como sí tuviera vida propia, su pecho se movía, parecía que el contacto con mí dedo en el pecho la hacía excitarse más que con mí dedo en el coño, se estaba agitando en la cama, había vuelto a abrir las piernas y ella misma había llevado su mano derecha a su coño, me separé para verla, pude ver como su dedo corazón desaparecía casi por completo dentro y su mano izquierda pellizcaba su pezón izquierdo, no había abierto los ojos, debía estar soñando, la escuché gemir quedamente, balbuceaba algo, pero no la entendía, me atreví a pasar mí lengua por su pezón derecho, a modo de chupa chups, volvió a gemir, me llené de saliva la boca y volví a chupar su pezón, le había soltado una buena cantidad de saliva, ella volvió a gemir, esta vez más fuerte, estaba mirando como se pajeaba, ya era más evidente, veía su dedo entrar y salir de su coño, y sus gemidos se hicieron más sonoros, y su respiración más agitada. me pajeé rápido y me corrí justo antes que ella, estaba tan cargado que mí leche salió disparada, regando sus tetas, su vientre e incluso un par de gotas en los dedos cerca de su coño.
Tenía un par de lechazos sobre su pecho derecho, uno justo encima de su pezón, ahora estaba blanco, otro entre sus tetas, con la postura, vi como corría perdiéndose entre ellas, otro dos sobre ...
... su barriga, que fueron a resbalar a la hendidura de su ombligo, llenándolo de caldo blanco hasta casi rebosar, y un par de gotas sobre sus vellos negros, también se veían perfectamente. Me acosté rápidamente y apagué la luz, le daba la espalda, mí polla seguía palpitando, pero no me veía, volvió a roncar.
Antes que me quedara dormido, se despertó, encendió la luz, y por el reflejo de un espejo que había delante mía ví como se tocaba las tetas y el ombligo, llevándose los dedos a la nariz, y a la boca para asegurarse de lo que era, me miró, yo fingía dormir, volvió a chuparse los dedos, eso me dejó descompuesto. Se levantó y desde la puerta del cuarto de baño vi como miraba hacía mi, se estaba limpiando con una toalla, las tetas, la hendidura entre ellas, se limpió el ombligo y se llevó la toalla al coño, se limpió bien con la toalla de bidet, apagó la luz y volvió a acostarse, sentí como me tiraba la toalla a la cara, pero no me dijo nada, solo suspiró y después del suspiro. Me dijo.
.-Buenas noches Pablo, espero que descanses bien!!
Me había dejado helado, ¿lo sabía?, ¿desde el principio? tenía en mí nariz la toalla con el olor de su coño y algo mojada, me quedé dormido con la toalla pegada a la nariz.
Me despertó por la mañana no era más de la 7 y media, Charo me movía por el brazo.
.-Venga dormilón, despierta y dúchate!! Yo me acabo de duchar que anoche me dejaste bien pringosa!!
La miraba con la boca abierta, no había un tono de recriminación en ella, ...