Jhon y Morena P2. - Relatos Eróticos

Jhon y Morena P2.

(unas semanas antes de los hechos en el capitulo 1)

Las máquinas desde sus comienzos fueron programadas para manejar millones de cifras y combinaciones en base al 1 y al 0, el sistema binario.  Infinidad de letras, formas, colores, videos, historias y mundos se almacenan en estos, fueron diseñadas para eso.  El humano no fué diseñado para almacenar, está hecho para vivir y sentir todo.  El trabajo actual demanda horas y horas de interacción entre persona y máquina con dos maneras totalmente distintas de funcionar, pareciese que a la fuerza la humanidad fuera conducida a pensar solamente en unos y ceros.
Estamos hechos para pasar la mitad de nuestra vida en frente a estas máquinas? fúe lo que pensó Morena en un momento de "desconección" de la pantalla, elevó sus brazos, arqueó el cuello, estirandose y tomando aire profundo continuaba su monólogo mental; -llevo mucho trabajo, necesito relajarme al terminar-.

Tantos ceros y unos desgastan, el cansancio mental es real, se siente en cada músculo del cuerpo, así el trabajo sea teclear mientras se está sentada.  Cumplidos sus deberes puede dedicarse a ella, desprenderse de su rol profesional del manejo de datos y cifras.  Ya en su habitación, recordó uno de esos mensajes que circulan en la red, en donde afirma que para fortalecer, mantener joven el cerebro y hacer que este trabaje mejor, las tareas sencillas y cotidianas deben hacerse de manera diferente a lo usual, usar el cepillo de dientes con la mano izquierda, caminar ...

... para atrás por la casa sin chocar con la utilería, evitar usar la vista en las tareas básicas. -por que no?- pensó para sí misma. - Lo intentaré ahora mismo.

Trató de retirarse el maquillaje con la mano opuesta, algo corrido el rimel y muestras de labial aún estaban en la corniza de los labios, no fué tan hábil como en las noches anteriores. -la ducha terminará eso-dijo.  Cerró la puerta (aunque estaba sola el bañarse sigue siendo un ritual que se hace en total privacidad) y apagó la luz, de todas formas cerraría los ojos para lograr una mayor obscuridad.  No se lavaría el cabello por tanto recoger el mismo y anudarlo para que las puntas no toquen el cuello fué hecho  sin dificultad, ya es una actividad constantemente repetida y que no necesita vista.  Subiría las manos al cuello y dando un circulo con la cabeza trataría de relajar la tensión acumulada, luego de respirar profundo, comienza a soltar los botones de arriba a abajo, con cada botón las yemas de los dedos se hacen más sensibles, el tipo de tela, la dureza de los botones, la presión que debe hacer para liberarlos uno a uno hasta llegar al último.  Con un movimiento coordinado de manos y hombros la blusa terminó en el suelo.  Nunca lo había notado, podía sentir el frío de los azulejos que estaban a casi 30 cms de su espalda, no solo eran sus dedos, su espalda y hombros al deslizar la blusa al caer demostraban que existen sensaciones pequeñas que siempre ignoramos, pero si nos concentramos están ahí.

Desataría el ...