Jhon y Morena P2. - Relatos Eróticos

Jhon y Morena P2.

... salir del agua y procedió a enjabonarse, pasar esa barra de avena y vitaminas por su cuerpo, sintiendo como dejaba sus brazos, piernas y vientre resbalosos, como cada paso de sus brazos liberaba tensiones y nudos acumulados.  pasó luego a sus senos y pensó nuevamente en ellos, reflexionó como algo que es tan normal y que para ella pasaran desapercibidos, eran el objetivo de la mirada y deseo de los hombres con los que se cruzaba, como esa parte en específico arrancaba miradas furtivas que trataban de no ser descubiertas pero que eran claramente notadas, le gustó ese sentir, que tenía en sus manos lo que muchos, y hasta muchas  en secreto deseaban tener.  Aunque la fusión de agua y jabón refrescaba, un palpante calor venía de su interior, el exceso de sensaciones provocado por la agudización de los sentidos por la falta de visión lo había provocado, lentamente bajaría su mano para ya con jabón liquido acariciar su sexo y sentirlo como había sentido todo el resto de su cuerpo.
Sintió sus labios superiores, su carnosidad, el calor que emanaba, y le gustaba.  La reacción y los pequeños corrientazos que salian cada que sus dedos friccionaban. su respiración se hacía más profunda y sus dedos jugueteaban cada vez más.  En un punto, sus dedos indice, anular y corazón pasaron por la mitad de la vulva, moviendo hacia la izquierda el indice, y a la derecha el corazón, apartaron los labios superiores dejando a merced del dedo corazón los labios inferiores.   los movimientos ...

... circulares no se hicieron esperar, alternandolos con arriba y abajo, pudo notar que no solo el jabón íntimo estaba ahí, su propia humedad ya estaba presente, y le gustaba.  
Su mano completa ejercía presión y toda la vulva reaccionaba a lo que sentía, el subir su dedo corazón a la unión de los labios menores y seguir la estimulación potencializó lo que pasaba en todo su cuerpo.
Mientras esto ocurría con su mano derecha, la mano izquierda recorría su cuello, sus senos, jugueteaba con sus pezones, bajaba y consentía su vientre.
Al llevar un tiempo en ese aquelarre de caricias y reacciones, de meditación y desenfreno, tal fiesta de deseo fué cortada de tajo por el sonido de una llamada entrante del celular...
Quitando rápidamente el jabón de su mano y alcanzando el móvil Morena contesta:
-Si diga.
(una voz de anciana al otro lado de la linea responde)
-Bueenas nooches, me pasa por favoor a pastoora.
-eeeee, no está equivocada.
-Pero me dieeron ese teléefono.
-no sra, es número equivocado.
-hay que peena señorita.

CARAJO! pensó, -justo en la mejor parte-.

Con la fuerte arrancada del cielo y posterior abandono en esa ducha, Morena prefirió terminar de enjuagarse y salir de ahí algo malhumorada por ese desafortunado evento. -hubiese llamado en 20 minutos la viejita esa- pensó mientras se secaba el cuerpo y salía de la ducha.

Ya en la habitación, con el cuerpo fresco pero la inquietud aún en medio de sus piernas se decidió por cubrirse con una pijama corta de satín, de ...