Mi sobrina política quería mi "protección" - Relatos Eróticos

Mi sobrina política quería mi "protección"

... pude tocar sus labios vaginales, oí un pequeño gemido de ella, mis dedos delicadamente recorrieron su sexo, acariciando todo a su paso, pronto sentí el calor y luego lo húmedo que Dayana se estaba poniendo.  Yo seguía hablando -Tu tío político te protege cariño, uyy que rico se siente aquí!- ella inmovil aún.  

Yo ya tenía para ese momento una monumental erección y no tengo mal paquete.  La excitación me subía hasta el rostro.  Mi dedo de en medio fue enviado a la guerra y haciendole pequeños círculos a la entrada de su vagina, lo empujé y metí la yema del  dedo en su rajita, uff ella estaba hirviendo allí dentro.  Los pequeños gemidos de Dayana ahora eran más seguidos.  Seguí insertando mi dedo suavemente en su vagina, lo sacaba y lo metía, cada vez más profundo que la anterior.  Los gemidos aumentaron de tono.  Yo muy excitado como todo hombre, no esperé más, saqué mi dedo de su vagina y con ambas manos bajé su short hasta sus rodillas, siempre de lado y pegado a ella, puse mi verga entre sus bellas nalgas y busqué su rajita, se la pasé varias veces encima y pude sentir ese calor intenso que emanaba de su vagina, maniobre mi verga y puse mi glande en la entrada y con un empujón la penetré!!, ella gimió fuerte, pero se tapó la boca con una de sus manos.  Yo comencé a bombear mi verga en su vagina, lentamente, suavemente, entraba y salía, yo seguía diciendo -te gusta como te protege tu tío político?- -te gusta mi "protección"?- le decía,  ella conforme pasaban los ...

... segundos se iba excitando incluso más que yo.  -Asi tío, asi, como me gusta tu "protección"!-, -que rica tu "protección"!-.  Ya estaba hecho, ahora solo gozar.

A los pocos minutos de haberla penetrado, ahora ya entraba y salía de su rajita con fuerza y más rápido, los gemidos de Dayana ya eran audibles completamente.  Yo la tomaba de la cintura y la jalaba con tal de metérsela hasta el fondo de su vagina.  La cama rechinaba al máximo, a los gemidos de Dayana se unieron los mios, pues la escena era muy caliente, yo cogiendo a la esposa de mi sobrino en su propia cama y con su bebé en la cuna a escasos metros.  Oí a Dayana llegar a su climax,  y yo aceleré aún más buscando el mio, lo cual al cabo de unos segundos, exploté dentro de su vagina.  Un río de leche se desbordó de mi verga a su vagina.  Gemí y gemí cada explosión.  Por fin hubo tranquilidad en la oscuridad de aquella habitación.  En los minutos siguientes mi verga estuvo dentro de su rajita, poco a poco fue reduciendo su tamaño hasta salir.  Nadie dijo nada.  Luego nos quedamos dormidos asi abrazados como empezamos.

Dayana me despertó como a las 6:20 am, me dijo que se me haría tarde para ir a mi trabajo, yo me puse los zapatos y salí de allí, nadie dijo nada.  En mi trabajo no me podía concentrar, pasaban imágenes rápidas de nuestro encuentro sexual.  Se me hizo eterno el día, quería ver a Dayana, quería saber su reacción.  Asi que en la noche, con la excusa de preguntarle si todo seguía tranquilo, con lo de los ...