UN GRAN DÍA 2
Fecha: 11/11/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... –hermosamente húmeda-, y quedó desnuda, parada sobre la cama. ¡Su belleza era total! Micaela notó mi arrobamiento. «¿Te gusto, mi amor?» «Muchísimo. ¡Sos la más linda del mundo!» Micaela no era para nada una flacucha, no, para nada. Unos jamones bellísimos, bien carnosos…, con un par de labios mayores… ¡para comerlos! ¡Y no hablemos del culo! Besé su cuerpo totalmente, desde los cabellos a los dedos de los pies. «Date vuelta, mi amor.» «¡Querés verme la cola! ¡Jajaja!» «¡Es tan tentadora!» «¡Jajaja! ¡Me la querés meter!» «Así, así, muy bien… Agachate, con las piernas rectas. Bien, apoyá las manos en la cama.» La visión de la concha y el ano era gloriosa, nada más hermoso. Y no solamente en esa época, cuando era mi “amante”. Muchos años pasaron para que yo viera algo más lindo…, y no sé si fuera así. ¡Perfecta, totalmente perfecta! Micaela giró la cabeza, así agachada, y me miró con una sonrisa esplendorosa. «¿Me la metés un poquito?» «Ya va a ser…, por todos los agujeritos…» «¡Qué rico!» «¿Cómo te dijo mamita que te la metiera la primera vez?» «Como vos quieras. Me dijo que no me ibas hacer nada que me pueda doler.» «¿Querés desnudarme?» No tenía mucho para sacarme. «¡Claro!» Desde la cama me sacó la camiseta. Luego bajó y tomó el pantaloncito de futbol desde la cintura. Como era elastizado no tuvo ningún problema en bajarlo. Micaela estaba con ojos y boca abiertos, rozagante. Al bajar el pantaloncito, la pija, ya al palo, se enganchó en el elástico. Mica río, y me la ...
... agarró para destrabarla. «¡Uy dio! ¡Qué grande!» «¡Si ya la viste!» «Pero nunca así…, con vos todo desnudo. Al no tener nada de ropa parece mucho más grande. ¡Y los huevitos! ¡Son huevotes!» Era cierto. Siempre fui muy huevón. ¡Tenía semen para rato! ¡Y se la metió en la boca! «¡Ay papito! ¡Cómo me gusta chupártela!» Esas eran palabras de “mamita”. «Mamita me dijo que siempre que baje los pantalones a un chico, lo primero que tengo que hacer es chupársela. De esa manera el chico estará seguro que va a coger y se le pone durísima. Mamá no me decía que hablaba de vos. Seguro que no sabe que a vos se te pone dura de entrada… ¡Jajaja!» «Bueno. Me voy a acostar así. ¿Ves?» Me puse boca arriba. La pija parecía enormemente grande. ¡Así la veía Micaela! «¡Es tremenda! ¡Y la cabezota! ¡Qué grande! ¿Me entrará?» «¿Tenés miedo?» «No, no. Sé que no me vas a hacer nada que me pueda doler… mucho…» «Poquito a poco. Vení, ponete a caballito.» «¿Cómo me la pusiste por el culito?» «Si, así. Pero ahora será en la conchita.» «¡Qué linda la tenés! ¡Toda brillante…, con juguito!» «¡Ah! ¡Me diste una idea! Ponete sobre mi cara. Te chupo un poquito, para mojarte bien.» «¡Ya estoy mojada! ¡Fijate!» «¿No querés que te la chupe?» «¡Sísísííí!» Se puso en cuclillas frente a mi cara, se acomodó, y la conchita estaba justo, justo, para la “actividad” de mi lengua. «¡Mmmmm! Antes de metértela quiero besarte y chuparte.» «¿Yo puedo chuparte a vos?» «Por supuesto. Nos va a dar más ganas.» «¡Yo ya estoy muerta de ...