1. Mi tío, su novia y yo – Parte III: Mi último día con mis dos amores


    Fecha: 03/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    ... reaccionaron a mi tacto endureciéndose y despertando en mi unas tremendas ganas de chuparlos.
    
    Para cuando mi tío Pablo salió de la regadera y regresó al cuarto, yo tenía a Karen debajo de mi y nos estábamos besando con una sensual lentitud, mientras nuestras pelvis se mecían buscando la fricción mutua de nuestras vulvas, que estaban húmedas y deseosas de placer. Mi tío Pablo lucía guapísimo llevando solo una toalla alrededor de la cintura y cuando la dejó caer al piso antes de unirse a nosotras, descubrió el pene que tanto me gusta.
    
    Pablo tiene 42 años y es sumamente atractivo, además, incluso antes de que iniciáramos nuestra incestuosa relación, él me complacía en mis caprichos y me hacía sentir como el foco de su atención, tal vez por eso crecí enamorada de él y me le entregué como mujer poco después de que cumplí 18, una vez que entré en su casa de soltero, en un ataque de celos cuando me enteré que mi mejor amiga le había dado sexo oral. Aquello era agua pasada, en estos 4 años aprendí mucho de mi tío y de la increíble relación que tiene con su novia, con quien Pablo se fue a vivir a Cancún no hace mucho, por asuntos de trabajo. Aquella mañana no quedaba ni un rastro de mi estúpida actitud de niña celosa y ahora estaba por compartir a mi adorado tío con Karen como lo habíamos venido haciendo desde que se conocieron, solo que ahora las dos lo hacíamos al mismo tiempo y en la misma cama.
    
    Sentí que mi tío se acomodó detrás de mi, entre las piernas abiertas de sus ...
    ... dos mujeres. Karen y yo seguíamos besándonos y entonces él nos empezó a acariciar y a dedearnos a ambas al mismo tiempo. Los dulces gemiditos de Karen vibraban riquísimo en mi boca y me pusieron tan caliente que al poco rato comencé a gemir también. Mi cavidad suplicaba por la verga de mi tío, así que extendí mi mano hacia donde él estaba y acerqué su pito erecto a la entrada de mi cavidad. -Dámelo, mi amor, cógeme- le pedí mientras frotaba su glande contra el interior de mis labios vaginales. Me abrí como una puta hambrienta para que mi tío me introdujera completamente su fierro. Excitada por mis quejidos, Karen bajó su mano al lugar donde mi vagina era penetrada por la verga de su novio. -Qué rico, yo también quiero-
    
    Mi tío nos estuvo penetrando alternativamente por un buen rato, hasta que Karen le pidió desesperadamente que no se lo sacara -Déjalo ahí, Pablo, vas a hacer que me venga, métemelo todo- mi tío le dio gusto y la penetró profundamente mientras yo lamía la boca de Karen, encerrándola en mis labios y sintiendo que el delicioso cuerpo de la rubia debajo de mi comenzó a tensarse. En un momento, cuando dejé de besarla, ella me miró fijamente con los labios ligeramente abiertos y cuando llegó a su clímax sus bellos ojos grises se giraron hacia arriba y su cadera se sacudía víctima del placer. La sensación hizo que Pablo se excitara mucho -Aahh, ya no aguanto- susurró y yo me apresuré a ofrecerle mi boca para que depositara su semen en mi lengua. Recibí una densa ...
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