Buena Vecina para los Okupas Part 2
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Hardcore,
Anal
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... ti.— Podemos compartir el desayuno –Lo había dicho con un tono de voz tierno, aunque al darse cuenta de que no funcionaba lo agrabó-. Vas a darme de desayunar, y luego te pagaré. Haber venido desayunada.— Te daré de desayunar solo para que te calles –contestó Andrea sin creerse que nuevamente estuviese cediendo a sus caprichos.Con toda la mala uva que le salió, aprovechó para exhibirse descaradamente. Si tenía que humillarse de esa manera, al menos lo dejaría con un buen dolor de huevos, pensó. Apoyó una rodilla sobre la colcha, dejando sus pechos en caida libre contra la blusa. Si se le veía un pezón fuera de esta, no hizo nada para remediarlo. Agarró con una mano el sandwich y lo guió hasta la boca de Brandon; este separó ambos labios y pegó un mordisco al pan, haciendo que se derramase un chorro de llema sobre su pecho desnudo.— Mira que has hecho, vas a tener que limpiarme.— No te pases de listo… -Pero el viejo verde la agarró del pelo sin compasión alguna y tiró de él para hacerla ponerse a cuatro patas a su lado-. ¿Q… Qué haces?— Vas a limpiar lo que has ensuciado.Haciéndole algo de daño, tiró de su pelo como de la correa de una mascota. Logró que una de las dos copas del pecho de Andrea se sumergiese en el vaso de leche, empapando el pezón y haciendo que se adhiriese a la blusa.— A eso me refería con que quería leche. ¿Te gusta la leche?Intimidada al sentirse sumisa entre sus garras, se limitó a asentir.— ¿Tu marido te da leche por las mañanas?— No… -reconoció ella.— ...
... Dijiste que no habías desayunado. ¿No?— No…— Entonces vamos a hacer un trato. Te doy de desayunar y te pagaré cien euros.— ¿Me vas a pagar cien euros? ¿Tan desesperado estás?— Te voy a demostrar lo zorra que eres –dijo de repente, rojo de la rabia-. Has traído tu móvil. ¿No?— ¿Qué?— Coje tu móvil, ya.Andrea estaba cohibida, pero no le tenía miedo. Más bien era fascinación. No quería reconocerlo, pero le estaba encantando ese juego, dejando creerle que llevaba el control de la situación. Así que se levantó y agarró el móvil de su bolso.— Llama a tu marido.— ¿Qué? ¡No!— Llámalo, haz lo que te diga y te pagaré lo que te dije –la aludida se vio tentada, no tanto por el dinero sino por la idea de traicionar a su marido de esa manera. La idea de dejarse abusar y robar por semejante cabrón.— ¿Qué le vas a decir?— No voy a decir nada. Ni se va a enterar que estás conmigo. Pero quiero que me comas la polla mientras hablas con tu marido.— ¿Solo eso?— Sí. Te lo juro.``La palabra de un machista, un ocupa y un drogadicto´´ se dijo a sí misma, estremeciéndose al pensar que estaba dispuesta a comerle la polla ahí mismo. Se percató por primera vez del manchurrón en la tela de su entrepierna. Su vagina estaba pegada al pantaloncito gris y se le marcaba como una ventosa a un cristal humedo.— Llámale –ordenó, antes de añadir-. Y pon el manos libres. Tu marido me da asco, y voy a disfrutar robándole a la mujer que el mismo no sabe satisfacer.Lo notaba. El corazón le latía entre sus grandes pechos ...