Relatos eroticos esposos complices cap 24 - Relatos Eróticos

Relatos eroticos esposos complices cap 24

... dijo, comadre echese a la cama y elija que lengua quiere probar arriba y cual quiere abajo. Hay compadre dijo mi señora no me haga pasar vergüenza. Comadre, esta noche es para disfrutar sin esas cosas, por que después con el compadre cambiamos. Bueno compadre dijo ella mirandome y yo moviéndolo la cabeza dijo. Ud compadre. Por que comadre replicó. Compadres una copa más para abrirnos y poder decirnos que  nos gusta, que nos gustaría y el porqué sin vergüenzas. Salud

Bueno compadre por que quiero probar una lengua diferente a la de mi marido y sentir nuevas sensaciones. Buena comadre. Entonces compadre a ud le toca su boquita. Le puse mi pequeña pero dura pinga en su boca y el compadre se metió entre sus piernas que por momentos saltaban por las convulsiones que le provocaba esa lengua que al parecer se estaba yendo muy profundo.

A los cinco minutos se paró con la cara toda mojada por algun orgasmo de mi señora, diciendo bandida mira como me has dejado y de inmediato cambiamos de posición y por lo normal soy asqueroso pero ahora no me importó y me zambulli tomando la misma tecnica del compadre, logrando sacarle a mi señora un nuevo orgasmo, quedando extenuada.

Cuando me pare la vi que trataba de tragarse toda la pinga, pero solo conseguia tener nauseas.

Comadre,,, ahora eliga quien será el primero en penetrar esa conchita, mi señora como resorte me eligió a mi. Por que comadre, por que yo ...

... no. Ella respondió. Compadre ud tiene el doble de largo y el doble de grueso. Vamos haciendole camino. Buena Comadre, salud por eso. Poniendome encima de mi señora me esforze para sacarle un nuevo orgasmo, pero no lo logré, en ese momento pensé que mejor hubiera sido primero el compadre para aprender de él, pero ni modo, solo me vine en un rico polvo mientras mi compadre se metia por cualquier sitio metiendo mano. 

Mi señora se iba a limpiar pero le dijo que eso serviría para que resbale y su pinga no le haga daño. Asi se colocó en pose misionero y mientras la besaba profundamente le colocó las manos en sus hombros para que en sus embestidas no choque con la cabecera e inició la penetracion y a pesar de estar bien lubricada dio un grito cuando entró la cabeza. 

Yo solo estaba de observador, mirando sus caras de ambos que estaban librando una batalla hasta ese momento desigual, pero al ver la maestria del compadre que con paciencia fue metiendo poco a poco toda esa enorme pinga hasta llegar al fondo y sin muchas quejas de mi señora a quien creí abandonaría tal suplicio, mas bien como observador pude ver que mi señora se vino en dos orgasmos deliciosos y el debió haberle dejado medio litro de leche por que demoró en salirse y cuando mi señora caminó hacia el baño fue dejando huella. 

Mientras regresaba nos limpiamos y haciendole sitio en el centrobdebla cama, hicimos un nuevo brindis 

CONTINUARÁ