1. Enfermera pe´culiar. Sexo con la enfermera, ¡Qué polvazo!


    Fecha: 09/07/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta la última gota de semen. – Hmmm, qué rico!! –mostró como se tragó mi lechita.
    
    La noche siguiente vino dispuesta para hacerme la fiesta completa, trabó la puerta con un sillón, se deshizo del uniforme y quedó totalmente desnudita, ofreció las tetas, ¡Qué buenas! como a un bebé, para mamar, busqué en la espesura vellosa de su pubis la humedad interior, el pene está listo, espero que se coloque a horcajadas sobre él, lenta y cuidadosa se ensarta el chipote, hasta el mango, mueve y remueve sus caderas, como quien le busca el sitio más adecuado, adaptando su conchita algo estrecha al grosor del miembro.
    
    Demostró sus habilidades en monta y empalamiento. Parecía evidente que también estaba transitando una época de sequía láctea, porque llegó bien pronto, más de lo esperado a ese orgasmo que la dejó totalmente ida, por un momento cerró los ojos y gimió en un angustiante espasmo que la dejó babeando y hasta con algún vestigio de lágrima. Me sentí conmovido por esa forma de experimentar el orgasmo de forma tan intensa.
    
    Se quedó encima, empalada en mi carne turgente, las manos apoyadas en mi pecho, tratando de volver a respirar con comodidad. Abrió los ojos, como el dos de oros y ...
    ... dijo:
    
    —Ufffff!!, no pensé que lo necesitaba tanto, uffff! Qué falta me hacía sentir esta alegría..
    
    —También yo, tu desordenado orgasmo me arrastró, ni pude controlarme, menos aún avisarte y me vino dentro tuyo, no podía detenerme la vida se me escapaba en esos chorros de semen. Me sentía tan bien, tan excitado que... ni te pude avisar que estaba llegando. Quiero disculparme por… -su dedo índice en mi boca silenció mis disculpas.
    
    —Ni lo sentí, estaba tan caliente viajando en mi propio placer que no sentí la leche. También yo me olvidé de ponerte el condón que traía. Pero… pensó un poco, como sacando cuentas…
    
    —¡Tranqui!, no hay problemas, no estoy en mis fechas fértiles.
    
    Me besó en la boca, metí mi lengua en la boca, se dejó besar, se dejó succionar su juventud por mi experiencia.
    
    Generoso agradecimiento, le deje el número del móvil, está de novia, la “ayuda” fue de onda, decía que era su primera vez con un paciente. La propuesta de vernos quedó latente.
    
    Ahora solo me resta esperar intercambiar experiencias con alguna mujer que guste de tener sexo con hombres mayores, ansiosamente espero en[email protected], prometo responder con rapidez y con la verdad a flor de piel.
    
    Nazareno Cruz 
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