La putita del prefecto - Relatos Eróticos

La putita del prefecto

... tu salón vi como me veías.
Eso me prendió demasiado, así que me levanté de mi asiento y me fui a sentar en sus piernas, le rodee con mis brazos su cuello y le dije con un tono de voz muy femenino y atrevido:
- Sí papi, me encantas desde que entraste a mi salón, eres el macho que siempre he querido.
En ese momento, empecé a sentir como su verga aumentaba de tamaño, y al mismo tiempo apretaba con fuerza mis nalgas, así que sin pensarlo un segundo lo empecé a besar en la boca, ese hombre era un magnífico besador sentía como su lengua entraba en mi garganta una y otra vez, no podía creerlo, el macho por el cual me derretía me estaba manoseando y violandome la boca con su lengua.
Enseguida se puso de pie, abrió su bragueta y saco esa hermosa verga que se cargaba, gorda y llena de venas que completamente erecta medía sus 20 cm . Yo bien caliente me lancé a mamar semejante trozo de carne.
Mientras mamaba lo escuchaba decir: "Si chiquita, mamala bien zorrita haz feliz a tu machín", después de un rato me levanto, me volvió a besar y me dijo "vamos a mi cama para ponerte en cuatro mamacita", sin decir nada obedecí, me puse en cuatro y estaba tan caliente que le rogué por qué me mamara el culo, hasta que mi deseo se cumplió, empecé a sentir como su lengua iba entrando poco a poco en mi ano, era una sensación demasiado placentera su lengua estaba en mis entrañas y eso me volvía loco, pronto me dijo:
- Te voy a hacer un hijo zorrita, ¿Quieres un hijo mío?.
Yo le contesté:
- Si mi ...

... amor, quiero un hijo tuyo, quiero que me dejes tu leche adentro.
Entonces empezó a meterme la verga en el ano, al principio me dolió un poco porque su verga estaba bien gorda, pero poco a poco el dolor se fue convirtiendo en placer, yo gritaba como una zorra, mientras él me daba unas nalgadas y me decía:
- Has sido una niña mala chiquita, me encantan las zorras como tú, que de día se esconden tras una cara inocente pero de noche se convierten en unas putas bien sucias.
Escuchar todo eso me prendía mucho, entonces, le dije "si papi, soy tu puta sucia, haz conmigo lo que quieras, me encanta ser tuya", pronto se cansó y me dijo:
- Montate en mi verga mamacita.
Y sin tener que pensarlo lo hice, en este punto no hace falta decir que me sentía como una zorra, pero era tanto morbo para mí en ese momento que eso fue lo que menos me importó, ya con su verga ensartada empecé a brincar y a gritar "vamos papi, hazme un hijo" y él empezó a bombearme tan fuerte el culo que el sonido de sus huevos rebotando en mi culo era demasiado fuerte, de repente empecé a sentir que su verga iba quedando más dura hasta sentir una explosión caliente dentro de mí, me había preñado, en ese punto creí que había acabado  pero apenas saque su verga, me dijo "mamala aún tengo más leche para ti chiquita" estaba tan encantado, había encontrado a un macho dispuesto a darme mucha leche, así que no quise desperdiciar el tiempo juntos y seguí mamando por un rato, hasta que se vino en mi boca, luego me tomo por ...