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Hetero
Fecha: 28/02/2022, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Nino Mcphee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... escuchando. Jugamos otro par de rondas y él seguía en silencio. - Te pasa algo, Leo? Te emborrachaste - Si un poco - Uy los hombres somos peligrosos con alcohol en el cuerpo. Yo me pongo caliente, tú no? Levantó la mirada y me vió fijo. Yo seguía incisivo. - Pregunto, porque me pasa siempre - Yo no soy como tú - Lo sé, querido. No tienes que ser como yo, tienes que ser como tú mismo, pasarlo bien, te gusta pasarlo bien? Dejé los naipes a un lado y me estiré casi sobre él para alcanzar la botella de vino que yo sabía estaba vacía. Él corrió su cabeza hacia atrás para alejarse, pero su cuello expuesto - Qué rico tú perfume -le dije mientras abiertamente pasaba mi nariz por su cuello. Noté que se estremeció y se quedó quieto por lo que pasé otra vez mi nariz por su cuello. - Parece que si te gusta. Sigo? - Si, sigue -dijo escueto. Esta vez sutilmente pasé mis labios, una, dos, a la tercera vez le di un beso suave. El seguía vibrante, escalofriado cuando tomó mi cabeza y la apretó contra su cuerpo mientras un jadeo intenso salía de su boca. Yo lo besé, lo mordí, pasé mi lengua por su oreja. Me comí su oreja y Leo aumentó la intensidad de su reacción que ya era corporal. Su respiración agitada y yo devorando y metiendo mi lengua en su oreja como si quisiera penetrarla. Lo solté un momento y seguía con los ojos cerrados desacelerando su respiración. Miré libremente su entrepierna hinchada y pasé mi pie descalzo sobre la tela. Bebí un sorbo de vino de su ...
... copa y me puse sobre el a besarle la boca. Leo me respondió el beso a ojos cerrados. De pronto me empuja dejándome tendido y me baja el pantaloncillo hasta la mitad, se monta por atrás y baja el suyo. Sin mediar palabras empezó a apuntar para meterme su pene, en seco. Me asusté y rápidamente puse saliva en mi mano y mojé alcancé su tronco entre mis piernas cuando noto que su miembro ya estaba muy lubricado con precum. Antes de volver a pensarlo Leo estaba untándose en mi hoyito caliente esperando ser atravesado por ese hombre en intensa exitación. Entró primero su cabeza húmeda y la retiró. Luego una segunda vez y mi agujero hacía esfuerzos por expulsar ese elemento ajeno a mi cuerpo, abrazando mis carnes interiores a su piel rugosa y peluda que me penetraba hasta el fondo, dejando a sus vellos rizados y oscuros acariciar la piel de mi culo. Quedamos así un momento. Se hizo silencio y pude escuchar el fuego ardiendo como nosotros. De pronto Leo saca abrupta y completamente su verga desde mi interior, dejándome ardiendo con el roce y una intensa sensación de contraer mi culito. Antes de terminar de sentir escalofríos por ese movimiento tan estimulantes, su verga volvió a entrar con fuerza hasta el fondo de mis entrañas y se quedó quieto otra vez. Yo recogí mis brazos hacia atrás y apreté su pelvis contra mí para que no quedara nada de su verga afuera. Leo dio un suspiro profundo y se dejó caer sobre mí con todo su peso. Luego repitió los movimientos. Lo sacó completamente y ...