1. En la panadería


    Fecha: 15/07/2018, Categorías: Gays Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... siempre aprovechaba cuando no había otros compañeros cerca para decirme cosas subidas de tono como Sandrita me muero por ti, por tocarte todo ese cuerpito, y diciendo eso en el oído, pegaba su cara a la mía, que no podía evitar que me quemara y me pusiera roja como un tomate, con mi cara estúpida apenas podía decirle, ay como me dice esas cosa señor pedro, si sigue así no le voy a hablar, lo peor es que no podía evitar tener una sonrisa de tarada cuando hablaba, no podía entender por qué me comportaba así con él, nunca me había pasado antes.
    
    Una tarde estaba concentrada amasando, cuando sentí una manotas calientes que me sujetaban por atrás las caderas y su voz que me decía, este culito va a ser mío, al momento que sentía que su cuerpote se pegaba al mío, sentí algo duro, mi voz más parecido a un susurro pudo decir suélteme no sea malo, pero era una estúpida porque no había hecho nada por separarme ni por quitar sus manos, todo duro unos tres segundos, pues la gente que estaba al rededor ni se dio cuenta y él siguió caminando como si nada, yo me quede parada con mi corazón latiendo a 100, y con un calor que invadía todo mi cuerpo, no podía evitarlo, de lejos él me mando un saludo con la mano y lo único que pude hacer fue mirar al suelo, para que no pudiera ver la sonrisa nerviosa en mi cara.
    
    Ese domingo, solo íbamos al trabajo los que teníamos encargos especiales y las que querían hacer sobretiempo como yo, cuando llegue en el primer ambiente estaban dos compañeros y ...
    ... una amiga, me puse mi uniforme, y me fui al ambiente del fondo donde se hacía las decoraciones para las tortas, cuando entre no había nadie así que me puse a trabajar y me puse unos audífonos para escuchar música lo cual solo se podía hacer en domingo, habían pasado solo unos 5 minutos, cuando sentí bruscamente una manotas caliente que me levantaban el guardapolvo por atrás, y una cara caliente que se pegaba a la mía, vas a ser mía Sandrita, me volteé bruscamente y lo tuve frente a mi aunque la verdad solo le llegaba al pecho, ahora nuevamente cara a cara, sus manos me levantaron la falda agarrándome mi potito, estaba paralizada y solo me salió una voz bajita como rogando “no siga señor Pedro, no sea malo, si sigue voy a pedir auxil…” no me dejo terminar de hablar, y pegando su cuerpo al mío comenzó a besarme, al principio me resistía, pero mi cuerpo no me obedecía “no no deténgase”, él aprovecho, para meter su lengua, y yo no pude ya evitar también comenzar a jugar lengua con lengua, sentía que mi cuerpo ardía, sus manos no estaban quietas y ya habían desabrochado los 6 botones, de adelante, como mi brasier era broche mágico, él era un experto y en un segundo ya lo había sacado y me comenzó a succionar los pezones, yo estaba apoyada en la mesa mientras él se había arrodillado para poder succionarlos mejor, “déjeme déjeme que soy casada”, él seguía al ver que no hacía nada para apartarlo, me bajo de un tirón la trusa, “que rica conchita va a ser mía, peludita como me gusta, te ...