1. Sumisa en la calle: Posesión


    Fecha: 24/07/2017, Categorías: Hetero Autor: CalmaSola, Fuente: CuentoRelatos

    ... al timbre. No tuvo que decir nada, pues directamente el portón se abrió mientras la voz del Amo le decía que metiese el coche y lo llevara a la parte trasera de la casa en la cual había un garaje.
    
    Así lo hizo. Tras ella el portón se cerró y ante ella se presentó un precioso chalet que tal y como había supuesto tenía un gran terreno. Pudo ver una piscina rodeada por tumbonas, mesas sillas y sombrillas a la derecha del camino. Al lado izquierdo había una barbacoa y varias mesas redondas.
    
    Todo estaba lleno de plantas y flores de diversos tipos y había un único árbol situado a la derecha de las mesas. Tenía un tronco mediano y gran cantidad de ramas que sujetaban la copa.
    
    No supo por qué, pero ver aquel árbol hizo que le recorriese un escalofrío...
    
    Llevó el coche al lugar indicado. La puerta de garaje estaba abierta y en él había otros dos coches más, deportivos y un par de motos de alta cilindrada. Definitivamente, aquel hombre debía tener mucho dinero.
    
    Tras bajarse del coche y salir fuera, no supo que hacer. No había recibido orden de entrar a la casa, ¿pero qué otra cosa podía hacer? Así que se dirigió a la entrada principal y llamó al timbre.
    
    Fue el Amo el que le abrió la puerta. Pero ni siquiera la saludó. Sólo le dijo...
    
    -Entrarás en esta casa sin ropa ni calzado y andarás por ella siempre a cuatro patas a no ser que yo te diga lo contrario...
    
    Por un momento, como siempre que recibía una orden, la duda se apoderó de ella, pero cada vez ese momento ...
    ... era más corto.
    
    -Sí, mi amo...Contestó mientras empezaba a desabrochar la camisa.
    
    El Amo iba cogiendo la ropa que ella se quitaba y sonrió al ver las pinzas de los pezones. Tiró ligeramente de la cadenita, solo por ver la cara que ella ponía. Ella hizo un ligero gesto de molestia, pero no se quejó.
    
    Tras esto y después de decirle que le devolvería la ropa cuando se fuese, le dijo que pasara.
    
    El no tuvo que repetirle como debía entrar. Antes de franquear la puerta, ella se puso a cuatro patas y la pasó gateando a pesar de sentirse totalmente avergonzada.
    
    -Cuando camines así abre más las piernas, quiero poder bien tus agujeros, o el plug y el coño como ahora...
    
    Ella las abrió inmediatamente.
    
    Aunque la visión de ella a cuatro patas era muy atractiva, el Amo se situó delante de ella para poder guiarla.
    
    La llevó hasta el salón. La indicó como colocarse. Debía permanecer de rodillas con las nalgas apoyadas en los talones y la espalda recta. Las manos abiertas sobre los muslos y la mirada gacha.
    
    Ella permaneció así obediente mientras él se dirigía al mueble bar.
    
    -Tendrás sed ¿No zorra?
    
    -Un poco si, Amo.
    
    -¿Tomas alcohol ?
    
    -No suelo hacerlo.
    
    El Amo cogió una botella de agua mineral y llenó un cuenco, tras lo cual lo puso delante de ella. Después se sirvió dos dedos de güisqui en un vaso de cristal y un hielo.
    
    Se sentó en el sofá delante de ella y se la quedó mirando, mientras ella miraba el cuenco y después a él.
    
    -¿Qué pasa esclava? ¿No ...
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