Me estoy cogiendo a mi hijastra, la vuelvo loca en la cama - Relatos Eróticos

Me estoy cogiendo a mi hijastra, la vuelvo loca en la cama

... de sus delgadas manos en mi traje de baño y tomó mi pene y lo apretaba mientras se iba poniendo duro.  Yo metí mi mano entre sus nalgas debajo de su hilo dental y pase la yema de mi dedo por su redondo y arrugadito ano, luego bajé a su rajita, mi dedo jugó un rato con sus labios vaginales y luego lo fui metiendo lentamente en su rajita, todo eso sin dejar de besarnos un segundo.  Era delicioso y muy excitante.

Mi verga ya estaba muy parada, yo muy excitado, asi que paré de besarla y de tocarle su culito y su rajita, me puse detras de ella, y haciendo a un lado su diminuto traje de baño, saqué mi verga y la metí entre sus nalguitas buscando su orificio vaginal y se la metí lentamente, ella pujó un momento y luego quedó ensartada, la abracé y comencé a moverme, el agua nos llegaba al estomago, asi que estaban bien ocultos nuestros sexos.  En eso llegaron unas personas adultas, yo no la saqué solo disimule que la abrazaba por la cintura, pero mi verga estaba dentro de su panochita.  Asi estuvimos varios minutos, cuando los adultos se alejaban yo la pistoneaba con más fuerza e intensidad, cuando ellos se acercaban nos deteníamos.  Finalmente se la saqué y nos fuimos de allí.  Yo le pregunté a un mesero, cuanto me cobrara por dejarnos estar una hora en uno de los bungalows lujosos que tenían alrededor de la piscina, el me dijo que unos 25 dólares, se los dí y me llevé a Anelisse y ya adentro le dije que quería quitarle su traje de baño con mis manos.  Lo hice, la dejé en ...

... cueros, de verdad era una bella adolescente, comencé a comerle sus tetitas ricas, luego la llevé a la cama, me sumergí entre sus piernas, le lamí y chupé desde las rodillas para arriba, sus lindos muslos y finalmente llegué a su rajita, metí mis manos debajo de sus nalgas para elevarla un poco y asi tener una mejor comodidad para comerle su panocha.   Mi lengua trabajó en serie, pasando por sus labios vaginales, dándole lamidas a su clitoris y bajando a lamer su ojete del culo, en pocos minutos Anelisse estaba extasiada, se retorcía en la cómoda cama y emitía unos desgarradores gemidos de placer que me calentaban la sangre y me ponían cachondo.  De pronto ella comienza correrse, y puedo sentir en mi lengua y paladar, el sabor de su eyaculación vaginal, un rico sabor amargo.  

Me voy subiendo sobre ella, busco sus labios que me reciben con mucha saliva, voy colocándome en su rajita y comienzo a introducirle lentamente mi verga, ella casi me muerde la lengua cuando siente mi verga meterse profundo.  Tomo sus pies y de la excitación comienzo a chuparle todos sus deditos, uno por uno de cada pie, mientras no dejo de meter y sacar mi verga de su vagina mojadisima.  Al rato la cambio de posición y la penetro al estilo perruno, que ricas nalgas tiene la chica, solo de verlas me da mucha excitación.  Haga que acabe rico en esta posición.  Anelisse tiembla cuando se corre en esta ocasión, se voltea y me dice que nunca la había pasado tan rico.  Ahora soy yo quien busca acabar y por ello ...