Hermanita inocente
Fecha: 24/07/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... patatas, y yo iba al comedor.
Cuando por el pasillo coincidimos, yo riendo le toqué el
culo. Ella me dijo que era un guarro y me tocó el paquete. El caso es que
jugueteamos un poco así, yo con mi mano en sus prietas nalgas y ella sosteniendo
mi bulto, carcajeándonos. Pero a pesar de la risa yo me estaba poniendo al palo.
Ella lo notó, ya que mi pantalón era fino, y sin decir nada me seguía tocando,
suavemente, con todos los dedos. Mis abultados genitales le llenaban su manita
ya. Y yo seguía palpándole su culo, gozando como un loco, ahí de pie los dos. Le
pregunté si nunca había tocado una polla (no me constaba que tuviera novio) y me
dijo que no. Le dije que si quería, le dejaba verla y tocarla. Fuimos al
comedor.
Nos sentamos y me bajé los pantalones. Mi pene estaba tieso,
y ella al verlo abrió la boca de asombro. Dijo que el otro día del baño la había
visto más pequeña y que pensaba que era siempre así, que cómo podía ser que
estuviera así de gorda. Le así la mano y se la puse en mi polla. Le expliqué
cómo moverla para dar gusto. Ella lo hizo al principio dubitativa, pero luego
con bastante arte. Mientras lo hacía confesó, sin apartar la vista de mi falo,
que una vez me había visto masturbarme bajo las sábanas, una mañana en que yo
pensaba que ella se había ido de la habitación, en penumbra.
También me dijo que tenía mucha curiosidad por ver cómo lo
hacía. Le dije que ahora tenía la oportunidad de hacerlo ella ...
... misma, y que así
aprendía de primera mano conmigo. Ella seguía meneando su mano, haciendo caso de
mis indicacione y consejos. Le dije que siguiera, que yo iba a correrme.
Me dijo que qué tenía que hacer y yo le dije que nada, que
siguiera ahí dale que te pego. Me encantaba ver su manita sosteniendo mi barra
de acero al rojo vivo, hinchada y gruesa, con sus dedos rodeándola, sacudiéndola
con ganas. Al final no pude más, y eché un chorro de semen que salpicó mis
muslos y su brazo. Al ver la leche salir, mi hermana se apartó un poco pero yo
le insté a que por favor no parara.
Su mano estaba empapada de semen. Le dije que me había
encantado y que me había hecho muy feliz. Luego le dije que yo quería
corresponderle haciéndole lo mismo.
Ella dudó. Le dije que se lo iba a pasar muy bien, que no
hacíamos nada malo y que además yo la quería, que era de confianza porque era su
hermano. Y que nuestros padres no volverían hasta tarde, y era verdad. Tras
mucho insistirle ella accedió, pero dijo que no le hiciera nada que ella no
quisiese.
Le dije que vale. Le dije que confiara en mí que yo lo había
hecho con mi novia y que le iba a dar mucho gusto. Lo primero que le hice fue
quitarle la camiseta y las bragas. Aunque ella lo hacía con algo de miedo, acabó
por acceder. Le dije que no tenía nada que temer, que se tranquilizara y que
sólo pensara en disfrutar y en ponerse calentita. Cuando la desnudé, le comenté
que su cuerpo era ...