1. 2da parte Mi primera vez cómo sexoservidora


    Fecha: 13/04/2022, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Fría dana, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de la cadera con ambas manos y me jala fuerte hacia él.
    Yo empiezo a sentir cómo me penetra, primero su cabeza abriéndose paso dentro mío, luego la saca un mínimo y vuelve a empujarla hasta que llegar a donde la tenía doblada, la vuelve a sacar poquito y de un solo golpe me la mete ahora si ya hasta el fondo; en tres movimientos me la había clavado toda.
    Se quedo quieto agarrándome fuerte de la cadera, cómo para que no me fuera a despegar de él, yo solo sentía las contracciones que él tenia en su miembro. En ese momento comencé un movimiento suave y circular con mis cadera, sin despegarme de él, le meneaba las nalgas tallándolas contra su pubis, prácticamente le estaba perreando con su pitó clavado en mi  
    -	Te mueves riquísimo amor. 
    Yo me sentía feliz con su aprobación.
    -	Que bueno que te guste.
    -	Más que eso, me vuelves loco chiquilla. 
    -	Házmelo papi, házmelo cómo quieras.
    Me tomó la palabra y comenzó un mete y saca riquísimo, yo sentía la inclinación hacia la derecha que tenia su verga, me tallada delicioso mi interior 
    -	Estas bien apretadita he mi amor.
    -	Más bien es que estas muy grande 
    -	¿Te esta gustando?
    -	Mucho papi, muchoooo…
    Comenzaba a sentir más fuerte sus embestidas.
    -	Síííí… yo se que te gusta!!!, y todavía no he terminado contigo ,  te voy a dejar bien cogida.
    -	Cógeme, cógeme duro, dámela toda.
    -	Claro chiquita, lo que pida mi niña se lo doy.
    Sentí cómo apretó fuerte sus manos sobre mi cadera y empezó a golpearme contra el más fuerte y ...
    ... más rápido, se escuchaba el coque de mis nalgas con su pubis, y resonaba cómo aplausos, sentía rebotar sus huevos y se lo hice saber.
    -	Papi, me encantan tus webotes chocando con tus metidas.
     Y mientras le decía esto pasaba mis manos por debajo de nuestros cuerpos,  hasta alcanzar la parte trasera de sus pelotas y  a rozarlas con la yema de mis dedos  cada vez que la sacaba.
    -	¿Ya quieres tu lechita?
    -	Si, si por favor.
    -	Pues te esperas a que yo quiera dártela!!!
     Y ahí me metió una nalgada mucho más fuerte que la primera, tanto que me estremecí y grite de dolor. 
    -	Aaaaaaaayyyyy!!!
    -	Eso te enseñará quien manda aquí!!!
    -	Si daddy, discúlpame.
    -	Eso es chingada madre!!! así  me gustan las nenas, bien sumisas como tú!!!.
    -	Estoy para servirte y complacerte. 
    Me estaba gustando la forma en que  me tenía dominada.
    -	Así es, las niñas como tú, solo están para servir a los hombres, ahora te quiero bien sometida, pasa tus manos para atrás y agárrate los codos, es una orden.
    Pase mis brazos para atrás de mi espalda, quedando mi equilibrio solo en mis rodillas, luego él junto mis antebrazos a modo de poder agarrarlos con una sola mano y con la otra me tomaba de todo el pelo en una coleta sujetándome para que no callera hacia enfrente. Yo ya no sabía que mano era la que me sujetaba  puesto que no podía moverme ni para voltear a verle, solo me limitaba a mirar al frente y a esperar a que hiciera lo que quisiera conmigo.
    -	Ahora!!! te vas a convertir en mi yegua, y te voy ...
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