1. Desafío de galaxias (capitulo 15)


    Fecha: 23/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... —exclamó Anahis remedando la voz de Pulqueria— ¡Zorra!
    
    —¡Joder nena! Que es una cría.
    
    —¡Es una puta! — aúllo Anahis fuera de sí.
    
    —Mi amor, solo he pretendido ser amigable, —intentó razonar Marisol mientras la atraía hacia ella y la abrazaba.
    
    —¡Déjame! —se resistió—. Vete a abrazar a esa zorra.
    
    —¡No! Solo quiero abrazarte a ti. ¡Joder nena! Tengo fama de raspa. Marión me ha dicho que su teniente se jiña cuando me ve. Solo he intentado ser un poco amigable con ella.
    
    —Pues como te vea que la vuelves a meter mano…
    
    —¡No la he metido mano! La he tocado el pelo nada más.
    
    —¡Pues ni eso!
    
    —Si mi amor, a tus ordenes mi amor, —y comenzó a besuquearla en el cuello.
    
    —¡Déjame!
    
    —¡Un huevo! —exclamó mientras la recostaba sobre la cama—. Me gusta cuando estás cabreada y te resistes, —y comenzó a besuquearla el cuello.
    
    —¡Serás… zorrona!
    
    Durante un buen rato estuvieron amándose hasta que exhaustas se quedaron tumbadas sobre la cama.
    
    —Cuando venga la superiora a preguntar a quien hemos matado, —dijo Marisol abrazándola— vas a salir tú a contárselo.
    
    —No seas tonta…
    
    —Ahora soy tonta y hace un rato me montas una bronca de cojones, y por unos motivos absurdos.
    
    —¡La acariciaste!
    
    —Y he dado dos besos a la reverenda madre.
    
    —No es lo mismo.
    
    —¡Mira, vale! No voy a iniciar un diálogo de besugos contigo. Vamos a dejarlo, que tengo cosas que hacer, —salio de la cama y cogiendo las tabletas se puso a leer informes en la mesa.
    
    A la mañana ...
    ... siguiente, Marión entró en el refectorio para desayunar. Se sirvió una infusión y un pastel, y se sentó en la mesa que ocupaba una solitaria Anahis.
    
    —Que sola estás, ¿dónde está Marisol?
    
    —Está con la reverenda, —contestó Anahis muy seria.
    
    —¿Qué te pasa? ¿Habéis regañado? —por única respuesta, Anahis se encogió de hombros y frunció el ceño—. Pues no me imagino de que podéis haber discutido vosotras dos.
    
    —¡Son cosas nuestras! —respondió de mala manera.
    
    —Entendido, —dijo levantándose con su taza y su pastel—. ¿Dónde están Marisol y la reverenda?
    
    —Han salido con el todoterreno.
    
    —¿Qué se ha llevado a la reverenda madre a dar saltos en esa maquina infernal? ¡Por dios! —dejó la taza y salio a toda prisa hacia el patio exterior. Subió a la muralla y en la lejanía, en la zona más abrupta, vio una polvareda. Durante más de media hora vio la nube moverse hasta que finalmente comenzó a acercarse. El vehículo entró al patio y paró al lado de Marión que ya esperaba.
    
    — Hijita, que divertido, —dijo la priora bajándose del todoterreno, quitándose las gafas y sacudiéndose el polvo.
    
    —Reverenda madre, ¿cómo se le ocurre? Es muy peligroso.
    
    —¡Anda, anda! Que va a ser peligroso, —respondió riendo la priora—. No seas exagerada.
    
    —¿Y si la hubiera pasado algo?
    
    —Pero no ha pasado nada, —respondió la priora sujetándola por los brazos—. Tranquilízate.
    
    —Es que me preocupa que la pueda pasar algo.
    
    —Tienes que comprender, que en ocasiones, necesito hacer el tonto un poco ...