1. Desafío de galaxias (capitulo 15)


    Fecha: 23/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... para sentirme viva, —la sonrisa de la priora era perenne—. Si tuviera tu edad, posiblemente saltaría sobre la entrepierna de algún amigo… como haces tú.
    
    —Además está bien armado el tío, —intervino Marisol.
    
    —¡No me digas hija! —exclamó la priora.
    
    —¡Marisol! —chilló Marión roja como un tomate, provocando las carcajadas de las dos mujeres.
    
    —No te enfades…
    
    —No me enfado, reverenda madre, —dijo Marión y señalando a Marisol, añadió— pero está, en vez de meterse conmigo, podría dedicarse en ver que le pasa a Anahis, que la he saludado y me ha dado una coz.
    
    —Eso son cosas de pareja, hijita.
    
    —Cuando se te pase el furor uterino, a lo mejor lo entiendes, —dijo Marisol sacándola la lengua.
    
    —¡Marisol!
    
    J.J. y su segundo, perfectamente camuflados entre las rocas, observaban con prismáticos a un destacamento enemigo. A escasos 200 metros, los bulban descargaban equipos y pertrechos de un par de transbordadores. Con el grueso de su infantería en Faralia, los bulban se dedicaba a establecer pequeños destacamentos en los sistemas colindantes, aunque su despliegue principal se daba en los planetas con mayor presencia de agua. Por orden de Marisol, las fuerzas especiales de J.J. habían empezado a hostigarlas en ataques por sorpresa.
    
    —Es la primera vez que los vemos, —dijo su segundo sin dejar de mirar por los prismáticos mientras gravaba imágenes—. No teníamos ni idea de que disponían de estás naves.
    
    —En sus fragatas no las llevan, eso es seguro, —añadió ...
    ... J.J.
    
    —Deben de tenerlas en los transportes, y no en todos, porque en Karahoz no las utilizaron.
    
    —Todo está preparado, capitán, —susurro una sargento después de arrastrarse hasta su posición— todos están en posición.
    
    —¡Mierda! Me jode no poder echarle el guante a una de esas naves, —exclamó J.J.— pero no podemos. ¡Adelante! Que los morteros abran fuego.
    
    —A la orden, —dijo su segundo y retirándose hacia atrás, dio la orden por su comunicador. Los morteros comenzaron a escupir proyectiles a un ritmo endiablado mientras desde los flancos, soldados federales abrían fuego. Cogidos entre dos fuegos, los soldados bulban se parapetaron como pudieron, intentando protegerse. Uno de los transbordadores estalló con una explosión colosal, e instantes después, el otro, comenzaba un despegue de emergencia. Se había elevado unos diez metros, y cuando comenzaba a acelerar, recibió un impacto en los propulsores, precipitándole sobre la zona donde se resguardaban los soldados bulban. Aprovechando el impacto contra el suelo, los soldados federales salieron y remataron a los pocos supervivientes.
    
    —¡Rápido! Recoged todo lo que pueda ser útil, —ordenó J.J. mientras inspeccionaba la zona de combate—. Avisa a las lanzaderas y que vengan hasta aquí.
    
    —No hay bajas capitán, solo dos heridos leves.
    
    —En cuanto estemos abordo, transmite las imágenes de esos transbordadores al cuartel general. La general Martín querrá verlas.
    
    —A la orden.
    
    La cantina de la Fénix estaba muy animada cuando ...