La mama de mi amigo (me gustan las maduras) - Relatos Eróticos

La mama de mi amigo (me gustan las maduras)

... vuelves,jajajajajajajaja.

yo- pero tu marido vendrá ahora después no no voy a estar aquí

Julia- no creo, te lo digo, espera.

Julia se levanto se echó un camisón fino que colgaba tras la puerta, yo me fui al baño y oí como hablaba por teléfono, me puse mi ropa y al salir al salón seguía hablando la oí decir- pues déjalo que duerma y mañana dile que aquí ni se le ocurra aparecer, adiós y lo siento por ti.

Julia- como me imaginaba se ha ido a casa de su hermana a dormir la mona, ese no sabe lo que le espera, no voy a aguantarle ni una más.

Yo- bueno Julia no vuelvas a lo mismo, animo eh

Vino hacia mí y nos abrazamos fundiéndonos en un beso de pasión total.

Yo- si quieres tengo que bajar a casa y hacerme ver, puedo decir que voy al cine de verano y venir a estar contigo.

Julia- De verdad que me parece genial, cenamos aquí los dos vale Jose.

Yo- perfecto en una hora vuelvo.

Volvía abrazarla y a besarla y como no a darle un manoseo a ese culazo un hasta luego.

UNA HORA MÁS O MENOS DESPUES.

Ding dong!!

Julia- hola pasa Cariño

Yo- como estas, mas animada,mejor jajaja

Julia- esperando a mi hombretón, que he preparado una tortilla de patatas, que recuerdo el día que dijiste que te gustaban mis tortillas pues con esta me he esmerado,jajaja.

Terminamos de poner la mesa en la cocina entre los dos y nos sentamos como cualquier pareja a cenar, Julia me preguntaba si había tenido muchas chicas yo le dije que no que tan solo algún ...

... escarceo, ella me comentaba que tampoco nunca conoció hombre que no fue su marido, que a pesar de lo que estaba pasando jamás se le había pasado por la cabeza hacer nada de eso, pero que podía jurarme que no se arrepentía de todo lo que había hecho esta tarde y que estaba muy agradecida del cariño que le había mostrado, lo que ella necesitaba y no había sentido nunca me confesaba que lo había sentido en ese momento. Yo le dije y me sincere de que siempre me había atraído e incluso que me pajeaba pensando en ella, ella se moría de risa y casi se atraganta con la cerveza, pero porque no decir la verdad, como ella hacia conmigo. Entonces me pregunto que cual era mi fantasía en esos momentos en los que pensaba en ella y le conteste. La que más se repetía en esas noches era la del cuadro ese en que se ve una chica asomada a una ventana de espalda y desnuda, pues yo te imaginaba a ti asi en la ventana de tu dormitorio y yo llegando por detrás te daba una buena follada y me iba sin que supieras quien lo hacía, eso me ponía y aun me pone a mil pensarlo. Yo me estaba poniendo burro mientras le hablaba y ella daba la sensación que también se iba calentando por el tamaño que se presumía de sus pezones bajo el vestido de estar por casa que llevaba. Ella se reía de mis fantasías y yo también, el ambiente era bueno y seguimos hablando de cosas livianas mientras recogíamos la mesa y nos íbamos al salón, y seguíamos hablando tranquilamente. Serian sobre las once y media más o menos, cuando me ...