1. El trio perfecto


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... genial!
    
    Era lo que había fantaseado, ser penetrada por dos hombres al mismo tiempo, querían empalarme, me besaban, daban nalgadas, me mordían, era un deleite total.
    
    Cambiaron de posición, ahora quien se follaba mi culo era Dario, mientras Rubén cogia mi vagina, me cargaron, me penetraron mientras lo hacían, me cogian en el aire.
    
    La forma en la que me tomaban era brutal, ruda, daban manotazos en mis senos, nalgadas que dejaban marcas muy rojas, daban golpecitos sobre mi pubis, las mordidas.
    
    Sacaron una cuerda, me ataron de brazos y piernas y me elevaron en el aire, como en una especie de columpio, igual que al principio mientras uno follaba mi culo el otro se cogia mi boca, luego mientras el otro me daba por la vagina el uno me empalaba la boca…
    
    Mis orgasmos fueron múltiples y deliciosos, pero quería más, además ellos no paraban, creí que nunca se vendrían…
    
    Seguimos cerca de media hora más, me desataron, pero seguíamos cogiendo como animales en celo, pero todo estaba por llegar a su fin… Dario me jaló, regresamos al sillón, me tiró sobre el respaldo, con el culo al aire y entonces me dio tan duro por el culo que pensé que me desgarraría, hasta que escuche sus gemidos al eyacular… salió, era turno de Rubén, también quería venirse en mi ano, pensé que Dario había sido salvaje, pero Rubén fue peor, además su falo era más ancho, así que su final me causo dolor, pero lo resistí, había valido la pena todo, resistí su fuerza y movimiento bestial, cuando pensé que por fin se venía, vino al frente del sillón, quedó sobre mi, sosteniéndose sobre el respaldo, me follo tan duro por la pucha que me hizo venir otra vez, me moje al grado de escurrir, y regresó a mi culo para su glorioso final…
    
    Cuando terminaron, no podía ponerme en pie, mi cuerpo era el de una marioneta que necesita ser guiado por el titiritero, pero jamás olvidaré esa experiencia…
    
    Ahora sólo me falta encontrar a los que podrían ser los nuevos Dario y Rubén.
«123»