1. Algo que no quise controlar con mi tía


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Hetero Autor: Stuka15, Fuente: CuentoRelatos

    ... derecha hacia su monte de venus pero sobre la tanga, baje un poco y toque su vagina, estaba muy húmeda, ella se estremeció y suspiro, metí la mano debajo de su tanga y toque sus labios húmedos y calientes, localice el clítoris y lo masajeé un rato, ella se estremecía, intento volver a escapar y la sujete impidiéndoselo, sus manos seguían sobre la barrita de la estufa, entonces con ambas manos sujete los lados de su tanga y comencé a bajarla, no sin que ella apretara las piernas para impedirlo, logre bajarla hasta apenas descubrir sus nalgas y monte de venus, como estábamos de espaldas, me recargue sobre ella mientras con mi aliento soplaba cerca de su oído ya que ella miraba de reojo, acaricie sus nalgas un ratito, entonces comencé a bajar por su espalda aun cubierta por el vestido y llegue a su cintura desnuda, baje un poco más y mordisquee su enorme culo apiñonado, abrí con ambas manos sus nalgas y chupe su ano, ella se estremecía aún más, de pronto se apoyó con los codos en la barrita y casi quedo doblada, presentándome una mejor posición de su culo. Chupe con mi lengua y acariciaba su ano con ella, su olor era excitante, y su visión muy erótica. Me incorpore poco a poco regresando por su espalda, subí su vestido hacia la cabeza y lo deje cubriéndole la cara como si fuera una máscara (quería que sintiera sin ver, usando su imaginación), desabroche el brasiere y lo retire, ella se cubrió los senos con ambas manos, aunque no era necesario ya que yo en su espalda no podía ...
    ... verlos. Bese y recorrí con mi lengua sus hombros, cuello y espalda, mordisquee su culo y acaricie sus piernas, acaricie su vagina y sentí la terrible humedad y calor nuevamente, ella se volvió a doblar y abrió un poco sus piernas, yo aproveche para quitar la tanga y acariciar por abajo su clítoris. Ella estaba tranquila, vibraba de placer.
    
    Entonces me baje la bermuda que cayó al suelo junto con la trusa y tome su mano derecha, la guie hacia mi pene duro y caliente, ella lo sujeto sin atreverse a mover la mano, entonces la volvía guiar en un movimiento suave de sube y baja y la solté, ella siguió el ritmo, me pegue a su espalda y ella soltó mi pene (por lo difícil de la posición), con mis dos manos lo guie y roce su vagina, ella dio un brinco y se puso erguida...
    
    -No Luis, ni te atrevas, soy de tu sangre, tu tía lo olvidas?
    
    -shhhh, solo te voy a rozar, confía en mí.
    
    Y comencé a hacerlo nuevamente, ella seguía tensa pero al poco se relajó y comenzó a disfrutar. Yo casi me venía, así que suspendí el roce y me concentre en su espalda, con mis manos acaricié sus senos, duros, rígidos y con un pezón enorme duro y puntiagudo, las apretaba y ella se recargaba en mí, al notar que mi excitación seguía y no así las ganas de eyacular volví a rozar su clítoris con mi pene, un entra y sale lento que lo friccionaba pero sin penetrar la vagina. Ella se estremecía y note que se venía, por la intensidad de la situación.
    
    Entonces humedecí mi mano con su vagina e introduje el dedo ...
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