1. Algo que no quise controlar con mi tía


    Fecha: 25/07/2018, Categorías: Hetero Autor: Stuka15, Fuente: CuentoRelatos

    ... constantemente, hasta que mis huevos chocaron con su culo...
    
    -te duele tía?
    
    -no, solo un poco…
    
    Con esto sentí su aprobación y comencé a bombear lentamente hasta acelerar el paso, ella pujaba y gemía, bombeé y bombeé hasta que estallo en un nuevo tercer orgasmo, entonces me vacié dentro de ella, saque lentamente mi pene y observe como al salir su ano estaba enorme, hueco y escurriendo mi leche, su culo estaba coloradito por el golpeteo pero precioso, entonces la ayude a incorporarse y la abrace. Ella se abrazó fuerte a mí, se arrancó su máscara y se recargo en mi pecho, permanecimos así unos minutos.
    
    Al poco tiempo voltea y me ve a los ojos, no dijo nada, grandes lágrimas recorrían su mejilla y dibujo una sonrisa en su rostro, de nuevo se recargo en mi pecho. Entonces nos sentamos en la sala. Seguía aferrada a mi pecho, yo le acariciaba su espalda y despeinaba su pelo, era muy dulce, tierno y relajante.
    
    Como a los veinte minutos ella comenzó tímidamente a lamer mi pecho, siento que se apenaba, yo bese su frente dándole confianza, ella siguió, se apodero de mi tetilla izquierda y luego la derecha, chupaba y lamía, mientras mi fiel compañero despertaba y comenzaba a erguirse, aunque más lento que al principio. Ella perdía poco a poco la timidez y se concentraba en mi pecho, subió y recorrió mi cuello, hombros y oído, con su mano izquierda acariciaba mi pene como despertándolo de su ...
    ... modorrez, comenzó a bajar hacia mi vientre lo que me ocasiono un poco de cosquilleo, ella se detuvo y disfruto la travesura, siguió y se detuvo contemplando mi pene ahora erecto, tenía un poco de residuos de semen y jugos suyos pero no le importo, lo sujeto de su base y comenzó a lamerlo, así estuvo un poco rato mientras yo desesperaba un poco, sentía que no se decidía así que se lo pedí...
    
    -Chupalo tía, por favor -ella me vio con cierta ternura y comenzó su febril tarea, un poquito torpe porque con sus dientes me lastimaba un poco, le dije- chúpalo como si fuera una paleta...
    
    -Soy nueva en esto, pero te prometo mejorar.
    
    Después de mamarme el pene a su gusto, continuo acariciándome, entonces cambiamos de lugar y empecé yo, hice lo mismo que ella, era delicioso, sus pezones eran rígidos, grandes y muy erectos, su cuello me encantaba, sus senos los mordisqueaba sintiendo su excitación y lo fuertes que eran, no cabe duda el ejercicio la hacía perfecta a sus 42 años.
    
    Después la penetre despacio y comencé el bombeo de nuevo, ella ahora si observaba, no perdía detalle. El día transcurrió rápido casi volátil para mí. Ella partió.
    
    Es importante mencionar que era mi primera vez, que sospechaba que pasaría y no deseaba impedirlo. Ella es ahora un poco más feliz y más mujer, descubrió placer en superar sus inhibiciones, adquirió más autoestima y comenzó a disfrutar en serio del sexo anal.
    
    Continuará. 
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