1. Déjame ser yo


    Fecha: 26/07/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: wastedLalo, Fuente: SexoSinTabues

    ... noche te quedas sin cenar, para que aprendas modales! Se hizo un silencio espeso en la mesa. Melissa se sonrió. Se encontraba a gusto. —La única diferencia entre usted y mi madre es que mi madre además de dejarla sin cena la haría azotar. No es tanta la diferencia – dijo Melissa No hubo respuesta. Todos comían en silencio. Gamaliel se levantó y golpeó con el cuchillo la copa de vino, con cuidado, produciendo un musical tintineo. ―Atención, papá, mamá, rebeca, quiero anunciaros mi compromiso con la señorita Melissa mundo mata Mañana partiremos hacia su casa. Pienso acompañarla para pedir su mano como es preceptivo. Espero que bendigan nuestra unión. Margarita y rebeca viruet no dijeron nada. La primera enrojeció, probablemente de contrariedad pero no dijo nada. El señor viruet, jose Emmanuel viruet , se levantó y abrazó a su hijo y luego besó la mano de Melissa, a quien llamó hija. —No comparto sus ideas, su forma de vida y la manera de entenderla, pero espero de todo corazón que haga feliz a Gamaliel, es un buen chico. Melissa hizo ostentación de la alianza que hasta ahora había llevado escondida con la sortija vuelta hacia abajo. Sonrió triunfal y lanzó por el aire un cariñoso beso a su amado que la miraba desde el otro lado de la mesa con orgullo y con amor. A la mañana siguiente, cuando Purita apareció vestida con sus pobres ropas de calle y le dijo a la señora viruet que se marchaba con la señorita ama Melissa se produjo un revuelo considerable. Le dijeron que no lo ...
    ... hiciera, que ella, en referencia a Melissa sin nombrarla, no podía hacer nada y menos aún obligarla a que regresara con ella. Purita agradeció las palabras de la señora viruet pero se reafirmó en que regresaba voluntariamente. ―Es mi vida. Siempre he sido una esclava y siempre seré una esclava. Nadie entendió cómo la antigua esclava quiso recuperar su condición de esclava, pero no podían obligarla. Gamaliel también quedó sorprendido pero no dijo nada. Los tres subieron al landó, Purita lo hizo en la parte de atrás con los equipajes y Melissa y Gamaliel en los cómodos y elegantes asientos de cuero. Tomaron el tren que los llevaría hacia el Sur, el profundo Sur. *** Sarah y su hermano kendo manejaban sus nuevos carros orgullosos al lado de su padre. Entre la media docena de harapientos niños se distinguía la lerda figura de Noriel el esclavo propiedad personal de Camila pero que de vez en cuando prestaba a su esposo Hesed, como en aquella ocasión en que el esclavo personal de Hesed se encontraba imposibilitado para servir a su amo porque acababa de ser brutalmente baleado. Noriel cojeaba torpemente y jadeaba para no perder el paso. Cerrando la reata de negros esclavos iban alexio y alexia , la pareja de gemelos que nada más nacer fueron adscritos al servicio de la señorita Sarah y del señorito kendo —Vamos Noriel, maldito holgazán. date prisa, que ya hemos llegado – bramó el amo Hesed – o quieres que le diga a tu dueña que te has portado como un negro perezoso? Noriel echó a correr ...
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