Infidelidad con sabor a adrenalina
Fecha: 20/04/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Me llamo Renata, soy mercadóloga y buena parte de mis actividades profesionales es impartir cursos, de vez en cuando aprovecho para tirar una canita al aire, pro la que les voy a narrar tuvo mucha adrenalina. En ocasiones mi esposo me acompaña o me recoge cuando concluye el curso. En esa ocasión, el curso fue en otra ciudad, a tres horas en avión, así que no esperaba que llegara Arturo, quien para darme una sorpresa llegó al tercer día del curso, lo alojé en mi habitación.
Desde el primer día, noté que un monitor de la empresa que me contrato no me perdía de vista, era un tipo un poco más alto que yo, más joven, atractivo, que a la hora de los recesos se me acercaba con cualquier pretexto, noté que le gustaba y a mi también me gustaba, así que pensé que no estaría mal una escapadita con él.
Llego Arturo, mi esposo, y me echó a perder el plan, aclaro que el monitor, Sergio se llamaba, no me había propuesto nada, pero eso no importaba.
Acompañé a Arturo a mi habitación para que se instalará y me cambié de ropa, me puse un vestido blanco de lino, debajo de la rodilla y me dejé los tacones, regresé al curso, ya sabía que la luz de la pantalla trasluciría mi vestido, con dedicatoria a Sergio, aunque todos los varones pudieron disfrutar lo que se veía a través.
Llegó la hora de la comida y en un momento dado, Sergio me dijo que quería conversar conmigo algunas cuestiones del curso, que podríamos hacerlo al terminar la sesión de la tarde, después de la cena, yo ...
... acepté.
Arturo regresó casi al concluir la sesión, cenamos juntos y le dije que tenía que platicar con Sergio algunos temas del curso. Terminamos de cenar, fuimos a la habitación, me di una ducha, me puse unos pantaloncillos blancos, una camiseta blanca y unos pequeños tacones, mis bragas y mi bra se traslucían un poco, lo necesario, le di un beso a Arturo, quien ya estaba en la cama viendo la tv y salí.
Me encontré con Arturo en el restaurante, había sólo dos mesas ocupadas con gente ajena al grupo, Sergio se había vestido también muy casual, unas bermudas amplias y una camiseta, tenía un cuerpo espigado, pero lo que más llamó mi atención era el paquete que se le formaba en las bermudas.
Después de hablar de algunas cosas del curso, los dos sabíamos que era un pretexto, me dijo que quería mostrarme unas gráficas que había olvidado en su cuarto, pidiéndome que lo acompañara, los dos sabíamos en que iba a terminar eso.
No bien entramos al cuarto cuando nos enredamos a besarnos, sentía sus manos en todas partes, sus dedos recorrían mis nalgas metiéndome las bragas en medio, me sacó la camiseta y me bajó el bra, mis pezones en sus labios me excitaron más de lo que ya estaba, bajé una mano para tocar su verga y la sentí como la había imaginado, larga, gruesa y dura, palpitaba en mi mano como si tuviera vida propia.
Se quitó la ropa y al bajar el calzoncillo, su verga brincó, completamente erecta, era más grande que las que yo conocía, la cabeza brillante, húmeda, se ...