HUEVOS REVUELTOS 4
Fecha: 03/05/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Clarita se había relajado. Se acostó de costado, casi boca abajo. Yo la miraba embobado. ¡Qué hermosa es! El cabello le cubría un poco el cuello, pero la espalda, hasta los pies, estaba toda libre, a la vista. ¡Qué piel tan tersa! ¡Puro terciopelo! ¡Y los glúteos! ¡Perfectos! Parados, sin un granito, ni una mancha, duros, invitando al sexo, y los muslos, tan perfectos como todo, las piernas, los tobillos, los pies, todo absolutamente hermoso. Clara dormía, con una tranquila respiración. Tenía tremendos deseos de besarla toda, cada centímetro de su piel. Me incliné hacia ella. Antes de apoyar mis labios en su piel aspiré su aroma. ¡Embriagador! Y hacía muchas horas que estábamos “haciendo el amor”. ¿Sería así, realmente? En este momento yo creía que sí. Sentía que la amaba. Besé suavemente, muy suavemente. No quería despertarla. Solo quería sentir su aroma y su piel en mis labios. ¡Algo único! Recorrí su espalda, lo más levemente posible. Llegué a su cintura y dudé de bajar a sus glúteos. Me parecía que mancillaba el placer del amor. Solo eso, sin sexo. Si iba a sus glúteos, tenía miedo que el deseo me venciera…
Pero lo intenté. ¿Por qué no? Sin tocarlos con las manos, deposité mis labios sobre la tersura de sus nalgas. Ni siquiera pretendí ir a la zanjita entre ellos. No quería despertarla, no, para nada. Era solamente un placer mío, sólo mío. Luego de recorrer sus glúteos con mis labios, volví a la espalda y llegué al hombro, que por su postura quedaba expuesto. ...
...
-Oooohhh… ¿qué hacés?
-Nada…
-Siii…, me estás besando, siii…, te sentí. No era un sueño, sentí tus labios sobre mi piel, en la espalda, en la cola…, pero besos únicos, nunca lo habías hecho así, tan dulces, tan suaves.
-Es que…, estoy loco por vos. Quería besarte, pero no quería que te despertaras, no quería que te enteraras que te estaba besando como… un… amante…, no amante no…, como un enamorado…, solo eso. ¡Sos tan hermosa! Tan dulce, tan buena… ¿No me mientes?
-¿Cómo?
-¿Sos sincera en lo que me decís? ¿En lo que hacemos? ¿En tus besos y caricias? ¿Es así como lo sentís?
-¡Totalmente! Te juro que no sabía que iba a pasar esto. Yo solamente quería tener sexo con vos. Yo solo deseaba disfrutar de un buen amante. Laura me decía que es tan rico sentirte, es el paraíso, increíble…, y bueno…, me enamoré. ¡Tengo miedo!
-¿Por qué?
-¡No quiero volver a ser lo que era! ¡Te dije! Desde que Facundo me enseñó es en lo único que pienso y deseo… ¡Y nunca tuve un amante!
-¿Cómo? ¿Y los hombres con los que me dijiste que tuviste sexo?
-Nunca fueron amantes… ¡Solamente circunstanciales y aleatorios! Si me gustaba… una vez…, podía ser que repitiéramos dos o tres veces…, pero no más que eso. Ya estaba buscando otro para “probar”… ¡No sé cómo hacer! ¡Te quiero para mí! ¡En todo momento! ¡Dios! ¿Cómo hago? ¿Y si vuelvo a ser cómo era? ¿Conformarme con una buena cogida y nada más?
Clara me hablaba así, como estaba, acostada, casi boca abajo, mientras yo besaba suavemente su cuello y su ...