HUEVOS REVUELTOS 5 - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS 5

... tirándome hacia adelante, mientras beso a Clara. Laurita tiene un copioso orgasmo bañándome los testículos. Ella es muy afecta a las sacudidas enérgicas. Cuando acaba, voy por sobre su cuerpo hasta la espalda de Clara. Se inclina para facilitarme la penetración. 
Laura abandona la concha de Clara y se dedica a lamerme la pija en el entra y sale, mientras bombeo a la rubia, al tiempo que alterna con el clítoris. ¡Laura es múltiple! Me tomo de las tetas y me aferro para sostenerme. ¡Le doy, le doy, le doy…! hasta que Clara se estremece. Los efectos de la lengua de Laura sobre el clítoris de Clara son maravillosos, potenciando la acabada. Con una soberbia sacudida, el espeso y cálido esperma llena el cariñoso y húmedo recinto de Clarita. Quedo abrazado y saboreando las caricias sobre sus soberanas tetas. Cuando la siento fláccida, la voy sacando despacito. Clarita puja  para que el semen caiga sobre la boca de Laura. Chupa todo desde el propio agujero de Clara. Se la deja perfectamente limpia. ¡No queda nada para mí! ¡Qué pena!
-¡Ay nenas! Estoy hecho polvo.
-¡Nos gustó mucho papito! – Clarita me besa mientras me alienta.
-¡Fue todo muy lindo! – Laurita también viene a mi boca. - ¡Te dejamos descansar!
-¡Sí! Nos vamos a duchar y podrás dormir tranquilo.
-¡Que no digan que no vas a trabajar porque te la pasás cogiendo!
-¡Jajaja!
Duermo despatarrado como diez horas. Al mediodía me llama Clara. 
-¡Hoy no tesoro! ¡Estoy muerto!
-¡Jajaja! No te hablo por nosotras. ...

... Quiero saber si estás dispuesto a “recibir” a Clarisa…
-Es como te dije. No me voy a encamar con ella sin haber intercambiado una palabra…
-Si, lo sé. Por eso te hablo. Va estar en el kiosco varios días…
-¿Ustedes van a salir con otros tipos?
-No, no, para nada…
-Si es así no hay problema. Háganlo. Solamente quiero que me lo digan…
-No Dani. Para nada. Queremos ir unos días a buscar nuevos proveedores y a tener idea de los precios de materiales para la ampliación. Ahora que tenemos la plata tenemos que aprovecharla.
-Está bien. ¿Tu hija cuándo estará en el kiosco?
-A partir de mañana…, por lo menos tres días… Así que podés ir… a hablar “cariñosamente” con Clarisa.
-Voy a hablar… simplemente… ¡No la pienso seducir!
-¡Jajaja! ¡Mi hija te va a seducir!
Durante la mañana siguiente fui al kiosco, tal como había quedado con Clara. Por supuesto, estaba Clarisa. Sin duda Clara la había puesto en antecedente, pues la nena estaba preciosamente arreglada, vestido impecable, peinado perfecto, leve maquillaje que resaltaba sus lóbulos, sus labios, sus ojos. 
-Hola buen día Clarisa. Yo soy…
-Si, lo sé. Usted es Daniel, Dani, lo sé, mami me lo dijo. 
-Pero… ¿cómo sabías que era yo? 
-Es que usted ya vino un par de veces, y yo le dije a mami que me parecía que Ud. era la persona de la cual ella me hablaba.
-¿Te habla de mí? – Por supuesto que yo lo sabía, pero quería saber la opinión de la nena.
-Si…, en todo momento…
-¿Y qué dice…?
-Bueno…, que Ud. es elegante, buen mozo y ...