1. La luna de Hokkaido


    Fecha: 29/07/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... comenzó a sentir una rara sensación de vacío, como si a su culo le faltara algo y una gran necesidad de que le volvieran a llenar el vacío. La pija de Minoru no necesitaba paja, la sola vista del culito abierto de Kenji lo ponía a mil y el deseo porque ese chico al que amaba fuera suyo hacía el resto. Había llegado el momento de desflorar a su mujer. Desflorar?, quitar la flor? Si, pero la flor del culito de Kenji caería como la flor del cerezo, sin marchitarse, bella y llena de significado, entregada por amor, no mancillada sin honor por el puro deseo carnal. Minoru sintió la necesidad de hacer una reverencia sobre ese bello cuerpo que se le entregaba, luego apoyó su glande en el esfinter de Kenji. La tibieza del glande puso a Kenji a temblar de emoción. Minoru dio su primer, pequeño empujón. Kenji gimió, ya no de placer sino de dolor. La pija de Minoru era bastante más gruesa que el plug. Minoru se detuvo, se la sacó. Kenji giró la cabeza -hazme tuyo amor, no importa si lloro, no importa si me duele. Minoru besó a su valiente chiquito. Esta vez no se detuvo, luego de lubricarlo nuevamente clavó su grueso glande en el ojetito de Kenji y siguió avanzando, Kenji gemía y entre lágrimas rogaba -por favor sigue mi amor-. Cuando su tronco quedó completamente dentro del chico, Minoru se tendió sobre la espalda del nene y quedó en silencio. El dolor de a poco fue cediendo. Kenji ya no sufría, sólo sentía esa extraña sensación que le transmitía la carne tibia de Minoru dentro de su ...
    ... culito. Minoru arrancó un mete y saca cortito suave, medido. Kenji al principio sentía raro, como con ganas de defecar, pero a medida que su culito se fue dilantando y mojando, el mete y saca le comenzaba a generar una sensación muy especial, algo que por supuesto nunca había sentido, como una suave electricidad que inundaba su esfinter y subía, curiosamente sin tocar sus genitales, hasta su ombligo, una sensación única, que lo llenaba de gozo y felicidad. Minoru hizo el mete y saca más largo y ya Kenji no pudo seguir mudo, su primer ahh, le sacó una sonrisa al concentrado Minoru, su primer mmmm, llenó de felicidad su corazón. Pasó sus brazos por debajo del cuerpo de Kenji y con su cuerpo completamente apoyado sobre la espalda de Kenji, comenzó a besarle, entre gemidos, el cuello y el lóbulo de la oreja. Kenji pensaba, qué estoy sintiendo?, es tan bello!, me siento en una nube. Pensaba en su padre, que no entendía, pensaba en su madre, que sabía, comprendía y consolaba, pensaba en ese profesor de la secundaria que fue su primer amor, jamás confesado, jamás vivido, pero que terminó de hacerlo dar cuenta de su homosexualidad, pensaba en sus queridas amigas, algunas lo sabían, y en la sana envidia que sentía de sus pechos o de sus conchitas que las hacían deseables a los hombres y que terminaron de hacerlo dar cuenta que él, más que "gay", era una nena por dentro, aunque no fuera afeminado. Y ahora, sin conchita, o tal vez con una conchita devenida en culito, un bello hombre, un ...
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