CRECER A TIEMPO 4 - Relatos Eróticos

CRECER A TIEMPO 4

Volvimos a la cama. Clarisa me había dicho que quería que se la meta en la concha y el culo alternativamente. No hubo más remedio que esperar. ¡No soy de fierro! Como siempre alternábamos pajeadas con mutuas lamidas o caricias. Ella se dedicaba a mi pija, a los huevos, el ombligo, mis pezones, también los glúteos… y, en definitiva, hacíamos en el cuerpo de cada uno lo necesario para disfrutarlo y hacer disfrutar al otro. Y dormitábamos…, por lo menos yo…, que estaba al borde de la extenuación… Ya eran varias horas de cogida tras cogida…
-Me lo tenés que hacer frente al espejo.
-Bueno, vamos…
Me senté en el borde de la cama, frente al espejo del ropero. En ese momento pensé que tenía que poner un gran espejo en la pared frente a los pies de la cama.
-Sentate mirando al espejo.
Se me sentó encima, con la pija en el culo.
-Ahora levantá las piernas y sostenelas.
Empecé con el mete y saca. Yo veía solamente si inclinaba la cabeza sobre su hombro.
-¡Qué lindo! ¡Cómo se ve que entra y sale! ¡Es hermoso! ¡Oooohhhh! ¡Al verla nomás me vino la acabada! ¡Es tan lindo!
-¿Viste que linda que se ve la concha y el culo?
-Si… es lindo. ¿Te gustan mucho?
-¡Muchísimo!
Seguí bombeando. Ella seguía alabando el espectáculo… y acabando… ¡orgasmo tras orgasmo! A mí también me dio ganas al ver lo bien que se veía el mete y saca de la pija…, además la belleza de su orificio y los labios externos.
-Me está por venir, tesoro.
Clarisa se desensartó y se arrodilló entre mis piernas. La ...

... chorreada salió inmediatamente y la nena la devoró. No dejó ni una gota, y encima me la absorbió, hasta  sacar la última gota. Se acarició toda la cara con mi pija, así, fláccida y todo… y le pasaba la lengua. ¡Quedé muerto!
	No tengo idea de la hora… Clarisa hacía todo lo posible para ponerme al palo. Me chupaba, pasaba la pija por el clítoris, la boca, las tetas, la pancita, el ombligo… Cuando creyó que ya estaba bien se acostó boca arriba, levantó las piernas y se las mantuvo en alto… Me arrodillé entre sus piernas y se la metí en la concha. Era más fácil que en el culo. Después de unos minutos de bombeo se la iba a sacar para meterla en el culo.
-¡Nooo! ¡Espera! ¡Me vieneee! - Un nuevo orgasmo… Se la saqué para chupársela. Decidí ir al culo. ¡Ploff! ¡Ploff! ¡Ploff! Había jugos por todos lados. 
-¡Si, así! ¡Dale! ¡Cuando te venga dámela en la boca! – La nena seguía con su reclamo entre orgasmo y orgasmo. - ¡Me la gané! ¡Toda la lechita para mí!
Un nuevo orgasmo… y una eyaculada en su garganta. Tragó encantada.
--¡Aaaggggjhhhghgaa! ¡Qué rica! ¡Qué rica! ¡Ay Dios, que placer! – Y nos quedamos “tirados”, aunque la nena no dejó de tramar una nueva ocurrencia… Algo de semen le había quedado en la lengua… Con la mano se acarició el rostro…
-¡Parece cremita de bebé!
Me dormí no sé en qué momento. Ni cuenta me di. Desperté con el amanecer. A esta altura yo deseaba que se terminara. Me era imposible aguantar tanto desenfreno sexual. ¡Es su madre multiplicada por diez!
-¡Ay ...