1. CRECER A TIEMPO 5


    Fecha: 01/06/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mujer!
    -Papi…, quiero… decirte algo…
    Me senté contra el respaldar de la cama. Clara se sentó con su espalda apoyada en mi pecho. Mi pija estaba entre sus glúteos, una de mis manos amasaba sus tetas. La otra penetraba su concha. Todo era placer.
    -¿Sabés? No me molesta que las nenas se acuesten con vos…, pero tenía miedo… de que te olvidaras de mí. Tenía ese miedo…, bueno…, no lo tengo más. ¡Te siento tan dentro de mí…! Todo, todo, dentro mío…, que no le tengo miedo a nada. ¡Somos uno! 
    -Estamos fundidos, no solamente en cuerpo y alma, en intención y en placer… ¡nada comparable! 
    -Bueno…, eso te quería decir… Dudaba en darles permiso para que jugaran con vos. Sé que te desean mucho…, y vos las tratarás como ángeles… ¡Ahora QUIERO que estén con vos! Que lo hagan, todo de todo…, y que sepan que es el placer… - Clara no dejaba de acariciarme y besarme. - Y…, sabés…, bueno…, algo extraño…, para mí es raro, tal vez no lo sea, pero lo es para mí.
    -¿Qué cosa?
    -Es… medio gracioso…, o… libertino… Pienso en las nenas disfrutando de vos y me excito…, me agarran unas tremendas ganas de coger…, que quisiera ir con ellas. 
    -¡Nooo!
    -¡Ya sé que no! Es sólo mi calenturienta imaginación. Pienso en todo lo lindo que van a coger que me agarran UNAS TREMENDAS GANAS! ¡Carajo! ¡Soy una puta intolerable!
    -¡Jajaja!
    -Estoy tan caliente pensando en lo que harás con las nenas… ¡Me gustaría ver nada más! Ni pensar en las pajas que me haría… - Miraba arrobado a Clarita, apoyada en mi pecho. ¡Es ...
    ... tan hermosa! ¡Tan deseable!
    -¿Por qué pajas? ¡Sigamos cogiendo! - De pronto me di cuenta: ¡así sería Micaela a los 43 años! Apreté mis dedos dentro de su concha, mi mano sobre su teta…, el lóbulo de su oreja con mis labios… Clara giró su cabeza y me besó. 
    -¡SI! ¡Claro! ¡Sigamos! Pero yo me refería si estuviera mirando a las nenas como cogen con vos. – Clarita se acomodó. Se levantó un poquito y puso el glande justo en el ano. Se fue sentando poquito a poco… ¡Quedó cómodamente instalada con toda la pija adentro! No cambié en nada. Seguí con una mano amasando sus tetas y con dos dedos dentro de su concha. Tenía esta mano totalmente mojada. Clara utilizaba sus manos y sus piernas para entrar y salir. Su mete y saca me hacía estremecer. ¡Qué manera tan hermosa de coger! Podíamos besarnos cuando giraba la cabeza, y yo me reconfortaba con sus orejas, su cuello, su cabello…  
    -¡El culito! ¡Por favor! ¡Llename el culito! ¡Todo, todo! – Su reclamo fue acompañado por un nuevo orgasmo. - ¡Sí! ¡Ahora la voy a alcanzar a la nena! ¡Voy a tener tantas acabadas como ella!
    Seguimos “dale que te dale” hasta el amanecer… Por suerte Clara me dejaba dormir y descansar. Ambos lo hicimos en varias oportunidades. Cuando se despertaba o me despertaba yo, me la chupaba para que se endureciera, y luego se montaba, de frente, de espalda, boca arriba, con sus piernas levantadas o recogidas sobre su cuerpo, para que se la metiera y pudiera inclinarme sobre sus tetas y su boca, para besarla… No sabía ...
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