Convertí a la mujer de mi amigo en mi putita de lunes a viernes - Relatos Eróticos

Convertí a la mujer de mi amigo en mi putita de lunes a viernes

... allí.  Llegó la policía tomaron datos, yo tenía una inflamación en mi quijada.  Fui al centro de atención de salud del pueblo, solo me dieron unos analgésicos y nos fuimos al hotel, ya era el atardecer.  Para cenar Dallana me dijo que iría a traer algo para que cenara, que no me moviera, que descansara.  

Me llevó la cena a la cama en mi habitación, luego me agradeció lo que había hecho por ella.  Luego me dijo que haría algo por mi.  Se fue a su habitación, luego regresó con la licra que usó en la mañana, me dijo -esta es la que más te gusta vérmela puesta, te voy a bailar solo para tí- ella puso música de reguetón y comenzó a bailar muy sensualmente, moviendo su culito más que rico, reflejaba sensualidad esa chica de talla pequeña y rostro bonito.  Yo dejé la cena por un lado y me comencé a sobar la verga debajo de las sábanas viéndola atentamente, Dallana hacía movimientos ya impúdicos, ofreciendo su trasero, tocándose los senos sobre la playera pegada, los pezones estaba ya paraditos y se reflejaban en la ropa.  Hice a un lado las sábanas para que ella viera como me jalaba la verga ya super parada que tenía, ella al verme hizo gestos de sorpresa, pero siguió igual bailando frente a mi.  En la habitación se respiraba erotismo y deseo sexual.  De pronto ella se bajó la licra, Dallana no llevaba ropa interior, pude ver su parche de pelitos bien recortados, sus labios vaginales eran largos y gruesos, luego ella giró y me mostró su perfecto par de nalgas redonditas y ...

... duritas, se agachó y me mostró su cuquita en medio de sus lindas nalgas.  Para ese momento mi erección era total.  Entonces ella se quitó la playera, no traía puesto sujetador, sus senos eran pequeños pero en forma de volcanes con pezones carnosos y aureola grande.   Ella se fue subiendo por los pies de la cama lo hizo a horcajadas, se fue montando sobre mi, pensé que se iba montar sobre mi verga, pero no, se fue directo a ponerme su rajita en mi boca, quedó casi sentada sobre mis labios, es decir puso sus labios vaginales sobre mis labios bucales.  La sujete de los muslos y comencé a comerme toda su chuchita, le lamía todo lo largo de su rajita, le chupaba el clítoris y luego bajaba hasta la entrada de su vagina para lamerla toda.  La pequeña Dallana en unos minutos aullaba de placer encima de mi boca.  Su excitación era tanta que quería desprenderse, pero yo la sujetaba y seguía devorándome todo su sexo.  De pronto ella comenzó a tener como ataques acompañados de quejidos, ella se estaba corriendo en serio.  Gracias a la música que había en la habitación, sino creo que todos los que se hospedaron podrían haberlo oído.  Sentí sus jugos vaginales bajar hasta mi lengua, los degusté.

Luego la solté y la fui colocando sobre mi verga, ella ayudó un poco y luego se sentó sobre mi verga, su rajita estaba muy mojada y eso facilitó que mi verga se hundiera hasta el fondo de su vagina.  Ella suspiró y comenzó a moverse encima, como jineteando mi verga, eso fue muy placentero.  Mi verga ...