Amando a nuestra amiga
Fecha: 06/06/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Tus Relatos
Autor: Grower, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
A Jessica Andrade la conocimos durante el primer año de la universidad. Es la clase de mujer que no se lleva del todo bien con otras, por lo tanto sus mejores amigos siempre hemos sido hombres. Julian y yo la tratamos como si fuera nuestra hermana menor, o por lo menos con la suficiente ternura que ella nos permite darle. Es extraño, pues posee aficiones masculinas y disfruta tanto como nosotros al momento de banquetear, pero a su vez, es una romántica empedernida. Siempre se encuentra en busca de su príncipe azul, pero no lo busca en los mejores lugares... Era la mañana de un domingo cuando ella nos cito a ambos para hablar en su casa, al llegar la encontramos triste, sabíamos que su último ligue había terminado como siempre lo hacían. Me sorprende imaginar a la clase de hombre que le pondría el cuerno a alguien como Jessi, pues su cuerpo de gym y su piel morena enamoran a cualquiera.
Nos sentamos en su sala con un six de cerveza, entre lagrimas y tragos comenzó su triste historia. Tanto Julian, como yo le hemos dicho en infinidad de ocasiones: "Ya no salgas con esos weyes..." "¿Qué te gusta de vatos que te hacen llorar...?" "¿Porqué no te haces lesbiana...?" Bueno, ese último siempre en tono jocoso, pues incluso algunas lesbianas han querido probar de ella.
Pero Jessi se limitaba al silencio, nos miraba de forma extraña, pero nada que despertase emociones en mí. Fue ahí cuando nos dijo:
- Es que esta vez si estuvo cabrón... Encontré los mensajes del pendejo y vi que ...
... hasta se tomaban fotos... ¡Videos de los dos cogiendo!
El silencio permaneció, en ese momento ninguno de los dos supo que contestar... ¿Qué puede uno decir cuando tu amigo te describe escenas como aquellas?
- Tranquila, Jess... Ya por lo menos sabes que ese wey no era para ti. - Julian trata de contentarla, pero sus palabras llegan a oídos sordos.
- Lo que me molesta es que ese pinche cabrón se enojaba conmigo porque hablaba con ustedes... ¡Ustedes! Y ese wey cogiendo a otras viejas...
Más que tristeza, en sus palabras había rabia, un deseo de desquite que era difícil de ignorar. Le di un trago a mi cerveza y volví la mirada hacía ella.
- Pues... Yo creo que ya sería mejor que lo dejes, ¿no?
Jessi me miraba de una manera extraña, como jamás lo había hecho antes. Fue entonces que ella se decidió a hablar.
- Si... Lo voy a mandar a la chingada, pero solo con una condición.
Julian y yo nos miramos el uno al otro, las palabras de Jessi eran extrañas. ¿Porqué nos condicionaría a nosotros y no a él? Pero fue mi amigo, el que alzó la voz.
-¿Qué?
- Si, una condición... Ese wey me celaba con ustedes, le voy a dar razones para celar.
Di un nuevo trago a mi cerveza, el frío parecía congelar mi cuerpo a la par de que las palabras de Jessi se revolvían en mi mente. No estaba seguro de que pensar o que estaba haciendo. Julian, mi amigo y salvador, volvió a hablar.
- ¿Cómo que "razones"?
- No he cogido en un mes cabrones, ¿quieren o no?
Sentí que la cerveza se resbalaba de mis ...