1. El oscuro deseo de la prima: Doble penetración


    Fecha: 03/08/2018, Categorías: Gays Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... momento soy la chica de los dos.
    
    El gesto de Hernán fue complaciente, nos apretamos, bien pegados a, ella sube aún más la minifalda, empina sus nalgas de forma exagerada, sentía la verga en su máxima erección, disfrutaba jugando a ponerla más dura, como si fuera posible. – Primito, trae otra copa para esta mujer acalorada!, no… mejor la botella y le damos del pico. (doble sentido pico por beso)
    
    Tomó un sorbo del espumante y nos compartió, me miró con atención hasta hacerme sentir incómodo por revelar lo abultado de mi erección.
    
    - Wowww y rewowww, mira como se le puso al primito… Hmmm, eso fue todo por mí?
    
    Había revelado lo evidente, seguía subiendo la apuesta. – Vamos, que no es algo que no hubiera visto, está todo bien, súper bien, estamos tan pasados que todo esto será olvidado, verdad esposito?
    
    - Sí, primo todo bien, ella es así, efusiva y provocadora, cuando está con algunas copas de más deja fluir su libido. Estamos entre primos, tranqui, todo bien, te topaste con un culo como este (palmada) y que lo mueve como pocas.
    
    El ambiente complaciente y permisivo, arrasado con la prudencia, el deseo obnubilando la razón, la situación salta los escalones del erotismo de a dos. René eufórica, meneándose con ganas de subir la apuesta, Hernán invitándola a seguir ondulando su cuerpo, mostrando sus curvas, displicente va perdiendo ropas y ganando deseo. – Vamos mi reina, deja caer los pétalos, enséñanos el pimpollo…
    
    No se hizo repetir la invitación, encandiló ...
    ... con su mirada lasciva, cargada de lujuria, bebiendo y dándonos en la boca, se quita el soutién, inclina, moviendo sus pechos bien cerca de la cara de “sus” hombres.
    
    Exhibir los senos, bamboleantes delante de nuestros ojos, mientras se quita la tanguita negra, la arroja sobre mi cara, aplauden por atraparla entre los dientes.
    
    Embriagado por el aroma de su intimidad, su sonrisa es el valor agregado que enriquece el deseo. Se arrodilla entre las piernas del marido, baja el pantalón, la verga surge erecta buscando refugio en la boca de la mujer. Chupa y pajea poniéndolo al palo, se sienta sobre el miembro, frotándose sobre él.
    
    - Vamos primo, está todo bien, no sientes ganas de lamer estos meloncitos (me acerca un pecho).
    
    - Vamos no seas tan tímido, tu primo te lo ofrece, yo te lo exijo. Tocada y lamida, porfa!!
    
    Me sentía en el podio triunfal, mamando el pezón, la lujuria en carne viva, toda la noche imaginando algo así, ahora sentía la realidad en mi boca.
    
    - Vamos, mis hombres, todos “en bolas”. Wowww! Mirá como lo puse al primito, ja! Qué parada la tiene. A ver…, a ver… (nos aproxima las vergas), qué bueno tengo para elegir, una delgada y larga, esta novedad, más grosota. Que regalo de cumple, wowww!!!
    
    Comenzó a movernos, una en cada mano, su boca saltando de verga en verga, hasta las dos en un bocado. La cama fue el sitio idóneo para continuar el juego, tendida entre sus hombres, ofreciéndose a hacer doblete de oferta sexual. Dos bocas acosando sus pechos, ...
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