1. Un intruso me viola en mi propia casa


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: PerlaBlackheart, Fuente: CuentoRelatos

    Eran las 5 de la tarde, me encontraba nuevamente conduciendo mi auto rumbo a mi casa. El día, como ya era costumbre cada verano, era un infierno de calor. Habíamos tenido lluvias en los días anteriores y para lo único que habían servido era para poner la temperatura aún más caliente, agregándole un dejo de humedad que no se quitaba con nada. La humedad, el tráfico y los estúpidos conductores tortuga me habían puesto de mal humor, y lo peor es que aún me faltaban unas cuantas millas para llegar a mi casa. Me sentía sofocada y con ganas de matar a alguien. Puse una canción de Korn en el estéreo de mi auto y subí el volumen a lo máximo, lo mismo que el aire acondicionado, intentando hacer mi viaje menos molesto.
    
    Para colmo no había encontrado la manera de vengarme de mi odioso vecino. Como les había contado en relatos anteriores, había descubierto a mi vecino espiándome por la ventana de mi casa. El mismo odioso vecino adolescente regordete que un par de semanas antes me había fotografiado teniendo relaciones con mi esposo en la sala de mi casa, y había tenido el descaro de mandarme las imágenes a mi celular.
    
    Y encima de todo me había llamado Cara de Puta. No sé porque eso me había molestado tanto, incluso aún más que las fotos. Mi esposo en ocasiones me llamaba puta al calor de la excitación. Puta, perra puta, pequeña puta, pinche puta, putita, y todas las variantes que se le ocurrieran. Como otros muchos matrimonios, lo usábamos para excitarnos más en la intimidad. Era ...
    ... parte de nuestros juegos sexuales. Parte de nuestro cachondeo íntimo. Él era al único al que yo le permitía llamarme así. Incluso algunas de las pinches viejas odiosas de mi trabajo, con las cuales no tenía amistad con ninguna de ellas, sabía que a espaldas mías habían llegado a llamarme puta o bitch. De alguna forma todos ellos tenían una razón para llamarme así. Mi esposo lo hacía para excitarme, y mis compañeras de trabajo porque seguramente me odiaban como yo a ellas.
    
    Pero que un estúpido chaval sin ni siquiera conocerme me llamara de esa forma, por alguna razón había logrado molestarme de la peor manera. Y de la peor manera tenía que ser mi venganza.
    
    Con mi mente llena de pensamientos oscuros, finalmente llegué a mi hogar. Ni bien bajaba de mi auto, cuando encontré al chaval en el patio frontal de su casa, mirándome y sonriéndome como si nada hubiera pasado. Como si fuéramos los grandes amigos. Era ya la tercera o cuarta vez que lo topaba a la hora que yo llegaba a casa. Seguramente había calculado a qué horas llegaba yo y procuraba estar fuera de su casa para 'recibirme'.
    
    Me encaminé a toda prisa a la puerta de mi casa, con la espalda y el culo sudados tratando de escapar del calor. Ni bien de un par de pasos cuando el chaval se acercó a mí, con expresión de apenado.
    
    —Oiga, quería pedirle una disculpa por... —comenzó a decir mi odioso vecino.
    
    —Chinga tu madre! —le contesté, cortando de tajo sus palabras y metiéndome a mi casa, dejándolo con la palabra en ...
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