Me heredó a su hija japonesa - Relatos Eróticos

Me heredó a su hija japonesa

... de Soulin estaba cambiando, ahora ya se le notaban sus tetitas, pequeñas pero con bonita forma, sus caderas se estaba alargando, su cuerpo era ya de una mujercita, ya se arreglaba mejor.  Una tarde, ella me había escrito que ya estaba en casa, yo para agradarla, pedí medio día de permiso y pasé comprando comida, entre sigilosamente, ella estaba en mi habitación, abrí sin hacer ruido con la comida en las manos, ella se acababa de darse una ducha y cuando entre ella estaba tendida en mi cama desnuda, con la toalla en los pies, pude verla sin ropa por primera vez desde hace años, su cuerpo por supuesto ya había cambiado, dejé la comida a un lado, ella estaba dormida, aprecié su cuerpo sus senos bien redonditos, siendo aún pequeños, sus pies largos y delgados, su sexo con bastante pelitos pero recortados por ella.  No pude evitar tocarme la verga y sobármela viéndola.  En eso ella abre los ojos, y me mira.  Grita y se levanta para ponerse la toalla.  Yo me disculpo, pero a partir de ese día todo cambió entre nosotros.  Ella me veía con otros ojos, estuvo recordándome que era un pervertido por quedármele viendo desnuda esa tarde.  Una noche, viendo una peli, ella se pegó a mi y vimos la peli abrazados, había una extraña sensación esa noche.  De pronto, me preguntó -Jimmy, puedo preguntarte algo?-,  le dije -claro preciosa, preguntame-.  Hubo una pausa.  Luego añadió -tu me viste allí desnuda aquella tarde, te gustó lo que viste?-.  Yo tragué salive un momento, dije -eres ...

... muy linda, con ropa o sin ropa, solo puedo decir que vi un angel aquella tarde-.  Creo que me había lucido.  Pues ella buscó mi boca y me dio un beso, yo la tomé por la cabeza y el beso continuó.  Su lenguita pasando por mis labios, luego hice lo mismo con ella.  Me puse de lado y seguí besándola.  Le bajé la blusa de tirantes que usaba para dormir, yo sabía que no usaba sostén, así que llegué rápido a sus lindas tetitas redondas, las besé y las mamé, ella cerraba sus ojitos y emitía un sonido como ronroneo.  Besé su torso, su vientre y le saqué las braguitas, me instalé entre su piernas y le lamí su vulvita, de forma delicada le abrí sus labios vaginales y le lamí en medio, ella emitió un largo quejido.  Quise meterle un dedo en su tierna rajita, pero encontré obstáculo, era su himen, Soulin era aún virgen.  Así que eliminé esa posibilidad.  Me quedé comiéndole su rajita y pasándole la lengua también por el ojete de su culito.  Oí cuando ella comenzó a correrse, le mamé más intenso para que su orgasmo se maximizara.  No me animé a penetrarla.  Pero ella quería darme ahora placer a mi.  Así que me quité mi traje de dormir inferior, mi verga estaba bien parada, dejé que ella experimentara, la tomó con sus manos, la acariciaba, pero no se decidía que hacer.  Asi que le dije -dale uno besos y chúpala-.  Creo que ella necesitaba que le dijera eso, pues comenzó a darle varias chupadas y le pasaba la lengua como si fuera un dulce grande.  Me tenía gimiendo de gusto la pequeña ...