1. Transex dominada


    Fecha: 12/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: lorerojastrans, Fuente: CuentoRelatos

    ... cierto desaliño. Viéndome en el espejo quedé satisfecha con mi imagen, pues en verdad parecía una puta de lo más descarado.
    
    Apenas terminé de examinarme, cuando entró al cuarto mi verdugo, quien se había cambiado de atuendo y ahora iba vestido con un hermoso traje negro y corbata. Perfectamente peinado y perfumado con un delicado aroma lavanda. Me tomó de la mano y me dijo, más bien me repitió:
    
    − Recuerda que eres mi esclava, y que vas a obedecer mis más extravagantes deseos. No temas, tu integridad física no corre mayor riesgo que lo que ya sentiste. Así que ven tranquila. Recuerda que no vas a hablar más que cuando yo te lo ordene. ¿Estamos?
    
    Asentí con la cabeza y me dio un suave beso en la boca.
    
    Llegamos a una puerta inmensa, tras la que se escuchaba una suave música y unas voces. La puerta se abrió y apareció ante mí un lujoso salón decorado al estilo victoriano, con lujosos y pesados muebles y una luz indirecta que provenía de grandes candiles, así como una gran chimenea con un rico fuego encendido.
    
    Una gran mesa ocupaba la mitad de este salón que estaba rodeada de hermosas y cómodas sillas, que en su mayoría (unas seis) estaban ocupadas por otros tantos caballeros a cual más de elegante.
    
    Mi verdugo me guio hasta un lado de la mesa y los señores ahí reunidos me examinaron descaradamente e hicieron ciertos comentarios relativos a mi apariencia, los que agradaron enormemente a mi verdugo.
    
    Yo estaba un poco sorprendida, más no asustada, y no me di ...
    ... cuenta que mi verdugo me había colocado un collar de cuero en el cuello, del que se desprendía una larga cadena que estaba amarrada a una de las patas de la mesa.
    
    − Métete bajo la mesa y empieza a mamarles la verga a todos los que estamos aquí.
    
    Me ordenó mi amo. Obedientemente lo hice y me di cuenta de que todos tenían la verga ya fuera de sus pantalones, la mayoría en erección.
    
    Comencé por el de la izquierda de la cabecera donde estaba atada, y como no sabía si se la iba a mamar hasta que eyaculara, apliqué toda mi maestría para que terminara rápido.
    
    Esto no le pareció bien a mi amo, quien con un fuete delgado, golpeó mi culo y me dijo que no lo hiciera así, que debía hacerlos acabar hasta la tercera vuelta.
    
    Algunos tenían una verga como la de mi verdugo, y otros más bien regular. Los que no la tenían erecta, se les levantó con unas cuantas mamadas.
    
    No tienen ustedes idea de lo erótico que resultaba para mí, tener esas seis grandes vergas esperando recibir mis atenciones.
    
    El rico aroma ligeramente ácido que desprendían era como un bálsamo para mí; y cuando empezaron a lubricar, el sabor de ese líquido preeyaculatorio era un rico néctar que aumentaba mi excitación.
    
    Al iniciar la segunda vuelta, ya todas las vergas estaban en un estado de erección tal que parecían que iban a reventar.
    
    Mi Amo, siempre observando, me indicó que disminuyera el ritmo de las mamadas que les estaba proporcionando, pues debía de recolectar el semen de todos en una gran copa de ...
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