1. Transex dominada


    Fecha: 12/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: lorerojastrans, Fuente: CuentoRelatos

    ... cristal, pero eso después de la tercera ronda para que eyacularan en gran cantidad.
    
    Cuando iba llegando al final de la tercera ronda, los invitados hacían grandes esfuerzos para contener su eyaculación. Entonces mi Amo me dio la copa y me ordenó que recogiera el semen de cada uno de ellos.
    
    Eyacularon en gran cantidad y casi desbordan la copa, que a duras penas podía sostener con ambas manos.
    
    El olor del semen era, para mí, embriagador; y casi tengo un orgasmo solo de aspirar los aromas de las vergas y el semen que tenía entre mis manos.
    
    Una vez concluida mi misión, mi Amo me jaló del collar e hizo que me sentara en un pequeño banco en un rincón del comedor sujetando la cadena a una argolla incrustada en la pared.
    
    Me acercó una pequeña mesa y me ordenó que colocara ahí la copa, a la vez que dejaba una pequeña cuchara de plata junto a ella.
    
    En seguida entraron al comedor tres criados de librea portando grandes fuentes con comida, mismas que depositaron sobre la mesa.
    
    Desde luego que no podían faltar varias botellas de licores y vinos, algunas de las cuales ya estaban casi vacías y de las que continuaban sirviéndose.
    
    Mi Amo ordenó a los criados que sirvieran la comida y comenzó ...
    ... el banquete, diciéndome a mí:
    
    − Tu comida y bebida ya está servida, perra, empieza cuando quieras.
    
    Refiriéndose a la copa de semen.
    
    Yo comencé a tomar ese rico néctar con la cuchara de plata, y casi tengo un orgasmo al paladearlo.
    
    −Vean a la perra deleitándose con nuestra leche −les dijo a sus amigos.− Para ella eso es uno de los más exquisitos platillos.
    
    Rieron todos y alguno de ellos se levantó de su silla y acercándoseme, metió su verga en la copa y me la dio a chupar; cosa que realicé con deleite.
    
    El vestido negro que traía puesto, estaba todo pringado de semen que me había alcanzado a salpicar cuando realizaba la operación de ordeña. Dándose cuenta mi Amo de eso, desató la cadena y me jaló para que lo siguiera al cuarto, donde me ordenó que me cambiara de ropa, pero que esta vez fuera desnuda de la cintura para abajo, dejándome sólo las medias.
    
    Elegí un babydoll negro semitransparente que me llegaba exactamente al borde inferior de las nalgas. Me retoqué el maquillaje y me volvió a llevar mi Amo al comedor.
    
    Esta vez sujetó la cadena a la pata de un gran diván forrado en piel roja que estaba frente a la chimenea...
    
    Continuará… se agradecen comentarios a[email protected] 
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