1. Transex dominada


    Fecha: 12/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: lorerojastrans, Fuente: CuentoRelatos

    Como casi todos los viernes, llegué de trabajar a mi departamento y me depilé el pecho, la región glútea y la genital, me di una ducha y me rasuré la cara perfectamente.
    
    Apliqué de las más finas cremas en mi piel y busqué en mi guardarropa el vestido que me iba a poner.
    
    Elegí uno rojo no muy corto pero con amplio vuelo. Los complementos fueron unas medias que recién había comprado negras pero con costura roja y un ancho encaje en el muslo. Un liguero rojo, al igual que el brassiere y cero pantaletas.
    
    Complementé todo con una bolsa de mano mediana y unas zapatillas de alto tacón rojas.
    
    Rocié mi perfume favorito (Poison) en los sitios estratégicos, y me maquillé con tonos adecuados a mi vestimenta.
    
    Total que cuando me contemplé al espejo, quede conforme con lo que vi, pues si bien no parecía una puta, lucía bastante provocativa.
    
    Tomé mi auto y me dirigí a uno de los antros de más ambiente y en donde siempre liga una.
    
    A pesar de mi ya mucha edad, sabía que a más de alguno de los gañanes que frecuentan ese antro, se le iba a antojar mis nalgas y mis senos, que están bastante desarrollados.
    
    Además, con la boca de mamadora que tengo, era seguro conseguir un macho para divertirme un rato.
    
    Llegué al lugar de marras después de batallar un poco para encontrar estacionamiento, y estaba a reventar, pues además de ser viernes era día de quincena.
    
    Busqué alguna amiga sin éxito y como no había mesas desocupadas me dirigí a la barra. Afortunadamente estaba ...
    ... mi amigo Gabriel de barman y me atendió de inmediato. En eso se acercó Luis, el gerente y saca borrachos del antro y dándome una nalgada (como de costumbre), me dijo:
    
    βˆ’ Tengo cliente para ti, Lorena. Pero es algo especial.
    
    βˆ’ ¿Qué, tiene dos vergas o porqué es especial?
    
    βˆ’ Le gusta el sado y la sumisión, además de que calza muy grande. Por eso pensé en ti, ya ves que las otras putitas están muy tiernitas y chicas. No vaya a ser que se las chingue.
    
    βˆ’ Pues mira, en principio me atrae, pero necesito verlo antes de aceptar cualquier trato. ¿Qué edad tiene más o menos?
    
    βˆ’ Yo creo que no tiene más de cincuenta años, dijo Luis. Pero está muy macizo.
    
    βˆ’ ¿Está aquí ahorita?, le pregunté.
    
    βˆ’ No, está en su casa, pero vive cerca de aquí. Solo es cuestión de llamarle para decirle que vas para allá. Además, ofreció una buena lana. ¿Te avientas?
    
    Me quedé pensando un momento calculando los riesgos, pues aunque he trabajado como puta muchas veces, lo del sado y la sumisión solo lo practico con hombres que ya conozco.
    
    Pero como mi objetivo era primordialmente divertirme, acepté la propuesta.
    
    βˆ’ Que bueno que aceptas Lorena, pues este señor ya te ha visto aquí y había preguntado por ti en varias ocasiones, pero no sabía si aceptarías sus preferencias. Te doy su dirección y le voy a llamar por teléfono, ¿o.k.?
    
    Me dirigí de inmediato a las señas que me dio Luis, en verdad estaba muy cerca, y llamé a la puerta de una casa antigua, de las que hay aun en el centro de la ...
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