1. UNA ALUMNA APLICADA


    Fecha: 02/07/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... vino con un dildo metido en el culo…, para que sea “sencillo”, según me dijo… Era alumna en mi materia…, pero, notablemente, era una alumna excepcional. Desde hacía tres años abanderada en todas las ceremonias escolares… Estábamos juntos porque, con mucha discreción, en una oportunidad se quejó de que yo les daba “clases particulares” a alumnas mediocres…, y a ella, que no tenía ningún problema con la enseñanza, no le daba el menor interés. ¡Para colmo era hermosísima! Una morocha espectacular. Un cuerpo perfecto, seguro seria 90-60-90, o le andaba cerca, cabello azabache, ojos vino tinto. Unas paletas como dientes delanteros, que cuando sonreía eran una invitación total al sexo, como diciendo… ¡yo quiero cogerte…! Lo decía con cada sonrisa… ¡Esplendorosa! Su queja era “comprensible”. Es cierto que le daba “clases particulares”, literalmente. No es ninguna rareza que algunas alumnas, si son bonitas, en el caso que el docente sea varón, recurren a sus encantos, más que a su esfuerzo, para aprobar la materia. Cuando esto sucedía, no me hacía el “puro” ni el “estirado”. De alguna manera, les hacía entender que yo estaba de acuerdo en disfrutar de sus “favores”, pero… antes tenían que venir, en el recreo, a la sala de profesores a sacarse las dudas que tuvieran en el curso…, y cuando estuvieran en condiciones de dar un buen examen, o tener una buena nota por sus trabajos…, entonces sí, sería el más complaciente a sus intentos de seducción. Estaba totalmente convencido de que ...
    ... tenían que aprobar por sus esfuerzos y méritos. Antes que por sus buenas cogidas… 
    “Cuando Vanesa vino, por la suya, a la sala de profesores, me llamó la atención. Se acercó  y me pidió hablar en privado. Yo estaba con otro docente hablando de cualquier cosa. Me disculpé y me alejé hacia un costado más libre, a atender su requerimiento. No tenía la menor idea. Fue cuando me dijo lo que conté antes. No entendí de entrada lo que quería decir. Hablábamos casi en un susurro. «Profe…, yo sé lo que las chicas quieren…, todos lo sabemos… Quieren aprobar la materia… a cambio de darle a usted la oportunidad de… acostarse con ellas…» «¡No! ¿De dónde sacaste eso?» «¡Profe! ¿Piensa que soy estúpida?» Vanesa no se mostraba enojada…, sino divertida. «Sé que es muy “especial” su “comprensión” a las necesidades de las alumnas… Primero les obliga a aprender lo que no saben…, y luego les da el gusto…» «¿Qué gusto?» «¡Jajaja! Bueeee…, el gusto de las chicas… es muy expresivo… A usted lo consideran un “ángel”… total… ¡No solamente es un profe genial…! ¿Lo entiende, no?» «No.» «Profeeee…, no me haga hablar grosera… Sé que soy bastante cara rota…» «Vanesa…, sos una alumna excepcional. No hay ningún problema con vos…» «¡Justamente! ¡Eso pasa!» «¿Qué tiene de malo?» «De malo nada…, pero tampoco de bueno… Seré directa…, profe… ¡Yo también quiero su atención!» «Pero si no necesitas ninguna atención especial…» «¡Si que la necesito! ¡Quiero su atención! ¡La misma que les da a las chicas cuando tienen ...
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