1. La fruta prohibida siempre es la más deliciosa: Deseos de una madre


    Fecha: 16/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Nos remontamos 3 meses atrás, cuando los problemas entre mis padres continuaban creciendo, las mentiras e incoherencias de mi padre para encubrir un casi evidente engaño eran el pan de cada día en mi casa. Además de mis padres, tengo un hermanito de 7 años, y siempre trato de salir con él para que mis padres intenten arreglar esa situación. Desde que surgió aquel problema, mi madre ha estado constantemente conmigo, pidiendo consejo y apoyo, tratando de averiguar cómo es que atraparía a mi padre con las manos en la masa. Así mismo, no dejaba de pensar en mi madre, de cómo ayudarla, pues cada día se notaba más deprimida y agobiada, el trabajo y esto la consumían totalmente. Y es que no podía creer que estuviese sucediendo esto entre mis padres, ¿por qué mi papá teniendo a mi bella madre se atrevería a buscar a alguien más? Es decir, mide 1. 75, castaña, piel blanca como la luna, unos senos ni grandes ni chicos, sino perfectos, unos labios siempre rosados que todos los hombres deseaban después de mirar fijamente su culo. Algo tengo que admitir, desde que nos tuvo a mi hermanito y a mí, ha perdido su esbelta figura, pero no dejaba de tener ese. no sé cómo decirlo, esa presencia que hace que a una señora de 40 años la llames MILF, que sin dudarlo te la follarías una y otra vez. Finalmente, mis padres decidieron darse un tiempo, porque no querían arruinar muchos años de matrimonio; mi padre decidió irse a su tierra por unos meses o el tiempo necesario; y mi madre se quedaría con ...
    ... nosotros, a continuar nuestras vidas, pues yo tenía que empezar la universidad en otro estado. Como dije, no podía dejar de pensar en mi madre, pero ahora dejé a un lado los sentimientos y cuestionamientos, la vi como una mujer, una mujer soltera, vaya, me sentía muy raro, ya que jamás la había visto así, siempre fue mi madre, y tuvo que pasar esto para darme cuenta de la exquisita mujer que me había dado la vida. Sin papá las cosas al principio fueron muy deprimentes y difíciles. Desgraciadamente tuve que dejar a mi madre poco tiempo después debido a que la universidad empezaba sus cursos y yo tenía que estar a tiempo. Los últimos dos días trate de estar lo más cerca que podía estar a mi madre, literalmente, y es que ella desde hace tiempo que mi mira y trata extraño, aún antes de lo de papá, pasaba por mi mente "oh dios, creo que le gusto a mi madre" porque créanme, me lo demostraba cada vez que "intencionalmente" me tocaba en la entrepierna mordiéndose los labios mientras reía, en cierto punto me parecía muy extraño, pero ahora estaba totalmente decidido a hacer algo, pero ya hacía tiempo no sucedía eso. Ella solía acostarse por ratos, y yo aproveché para estar junto a ella en uno de esos últimos días. -Mamá. — le dije mientras me daba la espalda, coloqué mi brazo en su espalda. -Tengo la espalda muy tensa, dame unas palmadas — me dijo algo desmotivada y evidentemente triste. Empecé a darle golpecitos al mismo tiempo que admiraba más de cerca su cuerpo, con más detalle, como ...
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