migración en pareja - Relatos Eróticos

migración en pareja

... penumbras muy sexys. 
El se esmero mucho en jugar con mi plug en mi colita, lo movía mucho y con lengua y dedos rosaba, mordía, lamia y golpeaba mi clit. Poco a poco me fui conectando con esa sensación de placer extremo, es como caer hipnotizada por el placer, es una cosa que no te permite pensar o hacer lago mas, es poner el mundo en pausa y tu viajar volando en las nubes de espasmos orgásmicos, se que sueno exagerada pero no tengo mas palabras para narrar lo que sentí en esos momentos, Don pro bajo sus pantalones a la altura de los tobillos se saco la camisa y me dejo ver su pelo en pecho, el siguió sentado en el cómodo sillón, yo me puse a gatas y comencé a darle sexo oral, mientras yo le daba una digna mamada Don pro se estiraba para manipular mi plug, fue cuando lo comenzó a extraer, ahí pase por varios momentos, sabia que vendría otro gran orgasmo, pero creí estar preparada. El fue muy sutil y firme, me estaba haciendo volar, cuando e pronto me pregunta: ¿estas lista para conocer la gloria? Yo jadeando dije SI, dame por favor. 

Don pro saco a paso firme mi plug, lo extrajo en tu totalidad de mi ano, yo sentí que me desmallaba, el me gritaba que yo no dejara de chuparle la verga, yo obedecía para que el placer no parara,  ya no tuve control sobre mi cuerpo y grite como loba, me desvanecí temblando, estaba en medio de un orgasmo monumental, Don Pro dijo: “llego tu hora tu no dejes de mamar” de pronto sentí adentro de mi ano supe dilatado la lengua de Pennis, no se ...

... como describir lo que sentí, no se como expresar lo que sucedió ahí, solo puedo resumir en términos prácticos: Pennis me penetro en mi ano y me hizo revalorar la palabra placer. Ahí comenzó una nueva etapa en mi vida, la sensación de saberme una perra en celo me dio un sentido salvaje que no conocía en mi. Yo misma le redirigí la verga al perro y me deje penetrar por la vagina, me acomode a su posición y me moví para darle mas placer a mi nuevo amante perruno.  Era tan poderoso el sentimiento que llene de agua la alfombra de la sala, nada me importaba, Don pro me dijo que quería eyacular ya, me dijo muy claro: “quiero venirme en tus tetas” yo me incorpore y puse su pene entre mis tetas y lo frotaba de arriba abajo, simultáneamente Pennis me seguía bombeando por alguno de mis orificios, Don Pro eyaculo mucha leche, yo me la unte en las tetas y bebí algunos chorros, Pennis me apretó con mucha fuerza y mordisqueaba mi nuca, no paso mas de un minuto cuando el can soltó muchos chorros de semen dentro y fuera de mi, yo caí tirada en la alfombra y Pennis lamia mi piel, era como si buscara restos de semen en mi piel. 

Don pro me acomodo en un sillón largo, me tapo con su saco y un cobertor y se subió a dormir a su recamara, me dijo: te dejo a Pennis para que te cuide. La verdad es que masturbe un par de veces mas al perro para que me volviera a coger, después de reponerme del orgasmo, me levante y me vestí, saque mi celular y llame al taxi que me llevo al museo, se oía muy dormido, ...