1. Juego de llaves


    Fecha: 17/08/2018, Categorías: Incesto Autor: XAVIA, Fuente: CuentoRelatos

    MARÍA
    
    El primer lunes de otoño era el peor día del año para la jefa del departamento. No tenía nada que ver con el trabajo, pues ni había más ni había menos que cualquier otro lunes. Sencillamente comenzaba la peor estación del año, la más triste, algo que la deprimía sensiblemente.
    
    Llegó a su despacho, en la cuarta planta del edificio que albergaba las dependencias de la delegación del Ministerio de Interior, soltó el bolso sobre el mueble bajo de fórmica blanca donde guardaba los expedientes archivados y se preparó para arrancar la semana número 832 como funcionaria del estado. Sí, las tenía contadas, desde aquel septiembre de 2000 en que aprobó las oposiciones y obtuvo una plaza para el resto de su vida. Las últimas 112 como responsable de documentación del área de tráfico para la provincia de Barcelona.
    
    Arsenio se asomó a la puerta. ¿Qué tal el fin de semana? Bien, con los niños, no hemos hecho gran cosa. ¿Y tú? Bien, con la parienta.
    
    Ya habían pasado dos años y medio, pero aún hoy no se explicaba cómo había podido acostarse con él. Diez años mayor que ella, con un poco de sobrepeso, aunque tampoco estaba gordo, y aquellas maneras de sargento chusquero. Pero lo peor había sido el olor, a colonia de hombre mayor, que también se ponía en los huevos. Aunque si lo miraba en perspectiva, tampoco había sido tan traumático. Seis encuentros de apenas media hora, si te dejabas sobar y se la chupabas un poco no te aguantaba ni cinco minutos, fueron suficientes para que ...
    ... el director del área la recomendara y desempatara a su favor en el examen de méritos para el cargo. Sin duda había hecho méritos más que suficientes.
    
    MARISA
    
    La máquina del café estaba bastante concurrida a primera hora de la mañana. Cada día, a las 8.30 entraba en la planta, se dirigía a su escritorio, dejaba el bolso en el armario lateral habilitado para ello, también la chaqueta cuando llevaba una, aunque aún no había llegado el fresco y en lo que llevábamos de mes todavía no le había hecho falta, encendía el ordenador y mientras cargaba el sistema operativo y los programas de trabajo, se dirigía al cuarto posterior a la escalera de acceso donde una máquina de cafés y productos complementarios suministraba cafeína y azúcares a todo el que se acercara. Metió 15 céntimos en la ranura, presionó sobre el botón de cortado descafeinado, sin azúcar, y esperó a que el líquido llenara el vaso de plástico.
    
    María se le acercó por detrás, buenos días bebé, ¿qué tal la fiesta del sábado? Un poco aburrida, respondió a su jefa directa que la miraba con suficiencia. Pues mi sábado fue la repera, sábado sabadete…
    
    En ese momento se acercó Marina, también a por su dosis de cafeína, que dirigiéndose a María exclamó: ¡Menos lobos Caperucita!
    
    Como cada lunes, Marisa envidió la actividad conyugal de su amiga. Dos horas después bajaron juntas a desayunar al bar de Paco, como cada día, donde su jefa le explicaría con todo lujo de detalles como José le había estado dando caña durante ...
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