1. LA PATRONA EXIGENTE 2


    Fecha: 26/07/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... los labios interiores. Como se insinuaba la abertura de la vulva, donde tantas veces había metido mi lengua, los dedos y la pija. Los acaricié viendo cómo se estremecían cuando pasaba los dedos. Tomé el clítoris con dos dedos y lo descapullé. Paulina estaba acostada, totalmente relajada. Gemía y suspiraba muy despacito. «Ahora quiero chupártela.» «Todo lo que quieras.» Acaricié la concha, apoyé la palma de la mano en toda su superficie, empapé mis dedos de los fluidos que emanaba de Paulina. Los llevé a mi boca y luego a la suya, mesclados con mi saliva. «¿Te gustan mucho?» «Todo tu sabor y aroma me gusta…, todo…» Me agaché hasta apoyar mi boca en sus labios internos. Muy suavemente pasé la lengua por sus alrededores, mordisqueé el clítoris y lo lamí. ¡Riquísimo! Lo acaricié reiteradamente con la lengua. Sentía por toda mi sangre el sabor y olor de su maravilloso órgano sexual. Paulina gemía cada vez más fuerte. Volví con la lengua a la vulva. La introduje hasta el fondo y en el vaivén acaricié las suaves, cálidas y húmedas paredes. «¡Bebé, por favor, meteme los dedos en el culo mientras me chupas! ¡Sí sí! ¡Por favor!» Paulina se arqueó, tembló y se estremeció. Justamente por donde yo tenía la lengua me inundó con sus líquidos. Paulina grito desaforadamente. ¡Si había alguien en la vereda o en el patio, sin duda habría oído! ¡Tremendo! Luego del espectacular orgasmo, cayó rendida en la cama. «¡Ahora, sí! ¡Estoy recontra caliente! ¡Bebé, veni para acá! ¡Quiero mamartela y ...
    ... tragarme toda tu lechita! Te pageo con las tetas hasta que me la metás en la boca para acabar…» Me arrodillé sobre sus tetas y ella comenzó una paja brutal. No tengo palabras para describir el placer que me generaban sus tetas acariciándome la pija. ¡Algo único! Para arriba, para abajo, cuando el glande llegaba la altura de su boca me acariciaba con su lengua. ¡Sus tetas en el tronco y su lengua en la cabezota! ¡Nada igual! Cuando sentí que me venía la puse en su boca. Me apretó con los labios y sentí el glande temblar en su garganta cuando saltaba el semen. «¡Augh! ¡Augh! ¡Mmmmmmm!» ¡Y fue todo a su garganta! Habló después de tragar todo. «¡Te juro Dani querido! Hace apenas 24 horas yo estaba maldiciendo lo podrida de mi vida! ¡Ahora no veo cómo podría ser más feliz! ¿Vamos a cenar mi amor? Tengo la comida preparada, suprema a la napo y fritas, que hago ya.» «Dale, ahora mismo. Pero no te vistas. Quiero verte desnuda.» «¿Ni el salto de cama?» «No, nada. ¡Con todo el culo al aire!» «¡Jajaja! ¡Me gusta qué seas medio degeneradito!» «¡Y no has visto nada! ¡Jajaja!» Nos abrazamos y fuimos a la cocina. Había allí una pequeña mesita donde dos personas comían cómodamente. Además la amplia mesada permitía poner de todo. «¿Dónde están los cubiertos, platos, vasos? Yo pongo la mesa.» «Allí, en la alacena, tesoro.» Mientras Paulina preparaba las papas fritas, yo acomodaba todo en la mesa. «¡Muy bien! ¡Qué prolijito!» Paulina me miraba de reojo y sonreía. Yo también miraba de reojo…, su ...
«12...5678»