LA PATRONA EXIGENTE 3
Fecha: 01/08/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ropa, nos quedamos en absoluto silencio. Sentimos suspiros y gemidos muy quedos en otro wáter… Daba la impresión de ser dos chicas. Sonreímos y nos miramos. Había alguien en los lavabos. No importa. Nadie ignora lo que pasa en los baños. Celina abrió la puerta, me tomó de la mano y salimos. «Hola, hasta luego.» «Hola» Saludó con la mano a la chica que se peinaba frente al espejo. Ella le respondió sonriendo. Fuimos juntos a almorzar. Nos sentamos en las largas mesas. Fue así como nos conocimos. El día en que Celina se sentó a mi lado, comenzamos con las mutuas intenciones de seducir… Nos fue muy bien. ¡A ambos!
“A la tarde corriendo de un lado para otro… ¡y con ganas de dormir! A eso de las siete de la tarde volví a “casita”. Mi intención era entrar silenciosamente sin que me viera Paulina. ¡Solo quería dormir! ¡Pero no hubo caso! La patrona relojeaba desde la cocina. Me chistó y me hizo señas de que me acerque a su puerta. Me abrió y “me entró”. «¿Dónde vas nene desagradecido?» «A dormir… ¡no doy más!» «Dormí acá, mientras preparo la cena. Te aseguro que no te “molestaré”.» «No me molestás nunca, pero estoy súper cansado. ¡No sirvo para nada!» «Luego de una siestita reparadora y una buena cena, estarás a “punto”… ¡jajaja!» Me dio un beso tan dulce y cariñoso, que me entregué… «¿Puedo bañarme antes?» «Por supuesto, ¡todo lo que quieras!» «Gracias, voy ahora…» «¡Qué gracias ni gracias! ¡Luego lo pagarás!» «¡Claro! Cuando esté en condiciones… ¡todo para vos!» «¡Sin la ...
... menor duda! ¡Jajaja!» Me fui al baño. «Tomate todo el tiempo que quieras, bebé…» Mientras me bañaba pensaba, sin el menor atisbo de calentura… “¿Será así? ¿Paulina estaba realmente “enamorada” de mí… o solamente necesitaba recuperar conmigo el tiempo sexualmente perdido?” Realmente me importaba. Lo último que quería era hacerle daño…, pero yo no me iba a quedar toda la vida con ella. Al principio creía que serían unas cuantas “refregadas”, que realmente me gustaban…, pero pronto me dejaría seguir mi vida… Ahora no sabía que pasaría. Cuando terminé me di cuenta que no había traído ropa limpia. Ella no me había dado tiempo. Me puse el calzoncillo que había tenido puesto y tomé la ropa usada. «Pauli, luego de dormir, de noche, iré a la pieza a buscar ropa limpia.» «No te hagás problema. Tengo alguna ropa de mi hijo de cuando tenía tu edad y era flaco… ¡jajaja! Te vendrá bien. No te preocupés. ¡Y no te vas a acostar con un calzoncillo usado y transpirado! Acostate desnudo. ¡Te juro que te dejo dormir tranquilo! ¡Jajaja!» Me acerqué a retribuirle su beso dulce y cariñoso. «¡Sos un amor Pauli!» Y antes que reaccionara me fui al dormitorio. La cama estaba impecable. ¡Pensar que luego la dejaríamos hecha un desastre! Y me acosté.
“No sé qué tiempo pasó, supongo algo menos de 2 horas. Desperté muy tranquilo, nadie que me tocara… o algo… “por el estilo”. Pero escuché muy cerca de mí todavía con los ojos cerrados, suspiros, respiración agitada, pequeños gemidos. Muy cerca mío. A mi lado ...