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Los cinco albañiles de la construccion y...el jefe de obras
Fecha: 19/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... llevándome en oleadas de placer. En esos momentos el capataz exclamó admirado "miren como se le deforma la piel de la pancita cuando se la mete entera". Efectivamente, por el angulo y la dimensión de la vergota que taladraba mis intestinos, al llevármela a fondo, la piel de mi pancita se aglobaba y demostraba que mi recto había sido ocupado completamente para dejar paso a parte de mi intestino grueso que ya recibía sin inconvenientes a tremenda monstruosidad. Me siguió culeando en cuatro por unos instantes mas, hasta que desde los testículos de mi amante comenzaron a brotar chorro tras chorro de semen, el que fue depositado mas adentro que nunca nadie antes. No sentí el calor pero si las sacudidas y la extensión y crecida de su glande. Eso me llevó a cavar analmente por primera vez en aquella provechosa tarde. Fueron varios espasmos que junto con escupir mi juvenil semilla afuera, hicieron que mi ano se contrajese y soltase alternadamente. Me relaje y logré sentir como sabrosamente la vergota de ese muchacho salía poco a poco desde el interior de mi agotado cuerpito, donde una vez que hubo salido completamente sentí un vació casi doloroso acompañado de un ...
... erótico sonido "flosshhhhh" acompañado de una especie de corriente de aire que entro a mi recto; lo que me llevo a darme cuenta que mi invasor había salido completamente desde mis interiores. Ambos quedamos rendidos en el camastro. Satisfechos y sonrientes y allí cai en la cuenta que la tarde sin yo proponérmelo había resultado muchísimo mas provechosa de lo que yo pudiese haberme imaginado. Era un putito feliz ya que intuía que esa no sería la ultima vez que visitaría la obra y que lo aburrido de esas vacaciones de invierno se había disipado completamente. Me vestí poniéndome ya mis ropas completamente secas y después de besar en la boca a fondo a cada uno de mis nuevos "amigos" me fui en dirección a mi departamento donde sabía que estaría solo ya que mi madre solía en las tardes ir a jugar al Casino. Mejor aun. Así no tendría que dar falsas e incómodas explicaciones del por que de tan extraña manera de caminar. Me di una ducha bien caliente , un nuevo pajazo mientras terminaba de vaciar de semen los intestinos y constataba que mis esfínteres poco a poco recuperaban su estado natural. Me dormi feliz y ya ansioso de la próxima vez con esos hombretones. Dolmance. 2016